AUTOR: JUAN CARLOS PROAL.
Las refresqueras, impías máquinas de matar, sacaron su chequera para financiar una campaña en la que pretenden hacerle creer a su presa, la sociedad mexicana, que es su benefactor.
El incremento al impuesto en nuestras bebidas afectará empleos, los ingresos de los tenderos y a las familias mexicanas, argumentan quienes han respaldado el homicidio de sindicalistas, han despojado de agua potable a millones de personas y utilizan agentes cancerígenos en sus venenosos productos.
Con su interminable perversión e inconmensurable poder, boicotearon la campaña de la Alianza por la Salud Alimentaria, coartando la libertad de información, derecho indispensable del consumidor. Esta asociación denunció que Televisa, Televisión Azteca y Milenio Televisión se negaron a reproducir propaganda contra el daño que provoca la industria refresquera: