AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
Durante los primeros días de octubre, un grupo de personas forzó la vivienda de los padres de José Antonio Robledo, un joven ingeniero raptado en 2009 en Coahuila y que desde entonces permanece en calidad de víctima de desaparición forzada.
Pero éste allanamiento, denunciaron los padres del ingeniero, a su regreso, no encuadra con un robo común, ya que, a pesar de que rebuscaron en toda la vivienda, los invasores no se llevaron nada de valor, sólo hurtaron documentación relacionada con la investigación del secuestro de su hijo y, lo más importante, antes de partir dejaron un cirio encendido sobre una cama, “y esto no pudo tener otro objetivo más que provocar una desgracia, incendiar la casa, lo cual, afortunadamente, no ocurrió, a pesar de que los cobertores de la cama sí se quemaron”, detalló la señora Guadalupe Fernández, en entrevista.