MÉXICO, D.F. (apro).- La violencia que se registra en Michoacán fue denunciada y detallada desde mayo. Sin embargo, la labor de las autoridades ha sido ineficaz, aseguró monseñor Javier Navarro, obispo de Zamora.
Navarro aseguró que desde el pasado 18 de mayo entregaron en mano una carta a Jesús Reyna, quien era el gobernador interino de Michoacán, pero hasta que Miguel Patiño, obispo de Apatzingán, denunció la situación de violencia, las autoridades reforzaron la seguridad con elementos del Ejército y policías federales.
“Los obispos de Michoacán el 18 de mayo habíamos emitido un documento que firmamos todos, los nueve, en el que de alguna forma se está señalado aquello en lo que monseñor Patiño, de Apatzingán, es más explícito”, afirmó.