AUTOR: JONATHAN VILLANUEVA.
La diputada Alejandra Barrios y sus comerciantes ambulantes parecen intocables. Venden en el Centro Histórico, tienen plazas comerciales y no hay autoridad que plantee incluirlos en el sistema de recaudación.
Gracias a ello la diputada local, de extracción priista, ha logrado aglutinar al menos cuatro plazas comerciales, invadir el Centro Histórico de manera reiterada, obtener para su hija Graciela Coronel la concesión de los Taxis Rosas y, de paso, una curul para su nieto...
A través de la “Asociación Legítima, Cívica y Comercial” abrió la puerta para convertirse en legisladora y representar al mayor porcentaje del comercio informal de esta ciudad capital, a pesar de que ya enfrentó diversos procesos penales.
El poderío de la priista y demás asociaciones de comerciantes es tanto, que en la propuesta recaudatoria de la administración capitalina siempre quedan exentos, aún cuando representan importantes pérdidas económicas.