AUTOR: FRANCISCO CASTELLANOS J.
Atenazados por las organizaciones criminales y las guardias blancas, los grupos de autodefensa y las policías comunitarias, Michoacán no ve por dónde recuperar la paz que todos quieren. Hoy, el casi inexistente gobierno de Fausto Vallejo admite que en 47 de los 113 municipios las comunidades organizaron sus propios cuerpos de vigilancia ciudadana. En este escenario, el presidente del PAN, Gustavo Madero, declaró el jueves 21: “Creo que es tiempo de que el Senado haga una valoración objetiva y reconozca que en Michoacán los poderes no están funcionando”.
El propio gobierno estatal admite en un informe la crisis que envuelve a Michoacán, según el cual en 47 de los 113 municipios las comunidades organizaron sus propios cuerpos de vigilancia ciudadana, mientras en otros 50 proliferan las guardias blancas, lo que lo convierte en la entidad con mayor inestabilidad social en todo el país.
A los colaboradores del gobernador Fausto Vallejo les preocupa la existencia de policías y rondas comunitarias en las principales ciudades para proteger a los lugareños de la espiral de violencia. Algunos temen incluso que municipios de Tierra Caliente, la meseta purépecha y la costa, que optaron por armarse a partir de 2011, intenten separarse de Michoacán.