MÉXICO, D.F. (apro).- La revelación que hizo el diplomático mexicano Leandro Arellano Reséndiz en relación con los pasajeros y tripulación que viajaban en la aeronave incendiada por las fuerzas armadas venezolanas el pasado lunes 4 –por ir hasta el full de droga, según adujo el presidente Nicolás Maduro–, obligó a la Procuraduría General de la República (PGR) a dar más detalles sobre el caso que provocó un diferendo entre los gobiernos de México y Venezuela.
Luego de acudir al Senado a presentar su plan de trabajo como embajador de México en Venezuela –falta la ratificación del gobierno de Maduro–, Arellano Reséndiz declaró a la prensa que los pasajeros de la aeronave se encuentran en México.
Sin ofrecer mayores detalles, el diplomático dijo que las personas que viajaban en el jet Hawker 25, matrícula XB-MGM, llegaron al país, procedentes de Colombia.
Antes de esa declaración, lo más que se sabía del caso es que sólo uno de los pasajeros dio su verdadera identidad. El titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, dijo que dicha persona se encontraba plenamente identificada, aunque no dio a conocer su identidad por la reserva de la investigación.