AUTOR: JESUSA CERVANTES.
A días de que se vote la reforma energética, la protesta social ha sido criminalizada. Con reformas constitucionales y a las leyes secundarias, el Congreso le ha dado un poder enorme a Peña Nieto. Ahora, la suspensión de garantías es mucho más sencilla y los manifestantes pueden ser detenidos por “terroristas”. Esta es la forma de actuar de gobiernos autoritarios, aseguran legisladores de izquierda: “Ahora es la reforma energética, mañana puede ser usada contra los maestros, los grupos de autodefensas…”
Legisladores de izquierda acusan que las cartas están echadas para que reviva el PRI autoritario. “El 3 de diciembre se aprobó la Ley contra el Terrorismo que criminaliza la protesta social; después, la madrugada del 6 de diciembre, entregan al presidente la facultad para decidir por sí solo suspender garantías, y el próximo martes avalarán una nueva ley contra manifestaciones”.