AUTOR: SERGIO CABALLERO.
CANCUN, Q. Roo (apro).- La tarde del martes 10 de septiembre, Jorge Leyva y su novia Jennifer Martínez se trasladaban a una empresa de mensajería, en la periferia de la ciudad, cuando fueron interceptados por elementos de la Policía Judicial (PJ).
Sin mayor explicación, la pareja fue detenida y encarcelada en los separados de la PJ, bajo cargos de “ultrajes a la autoridad”.
Durante 48 horas, que permaneció en los separos de la corporación, Jorge fue sometido a tortura, incluida la amenaza de que Jennifer sería violada frente a él.
Dos días después, Leyva Uscanga ya estaba preso luego de ser puesto a disposición del juez segundo penal Pedro Pablo Álvarez, acusado de pertenecer a una peligrosa banda de ladrones y cuyo atraco más relevante habría sido un robo a casa-habitación, en agravio de María Concepción Garfias López, ocurrido el 13 de agosto, casi un mes antes de que Jorge fuera aprehendido.