Pese a un debate de más de 15 horas en la Cámara de Diputados, los legisladores que impulsaron la reforma -del PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza- no aceptaron ningún cambio, por lo que el texto final quedó tal cual lo aprobó previamente el Senado de la República.
La reforma energética que aprobó el Congreso de la Unión, y turnó a las legislaturas estatales, modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y contiene 21 transitorios, para permitir que empresas privadas participen en el sector de los hidrocarburos y la electricidad.
Esta participación se puede llevar a cabo mediante contratos de servicios, de utilidad compartida, producción compartida o de licencia, entre otras modalidades.