AUTOR: J JESÚS ESQUIVEL.
Para tratar de frenar el escándalo que ha provocado la revelación de que la CIA intervino en el asesinato de Enrique Camarena Salazar y ha tenido nexos con el narcotráfico mexicano, la DEA desplegó una auténtica “guerra sucia” contra dos de sus exagentes, Phil Jordan y Héctor Berrellez. Ambos han denunciado reiteradamente desde Proceso las operaciones negras de la agencia estadunidense de inteligencia. La maniobra más reciente: un foro en el cual, luego de desacreditarlos, se les lanzó una amenaza nada velada.
WASHINGTON La administración antidrogas de Estados Unidos (DEA) desarrolla una guerra sucia para ocultar las evidencias de la participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el secuestro, tortura y asesinato –en México, en febrero de 1985– de Enrique Kiki Camarena, denuncian dos exagentes antinarcóticos.
“La DEA y la CIA no soportarían que se sepa toda la verdad sobre el caso Camarena. Saldrían muy afectadas”, dice en entrevista telefónica con Proceso Phil Jordan, exagente de la DEA y exdirector del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC).