AUTOR: Blanche Petrich.
La hondureña Doris Dayanira volvió a hablar con sus hijos luego de siete años. Tras nueve giras ya son casi 200 los casos exitosos, informa Martha Sánchez Soler.
Tapachula, Chis., 16 de diciembre. Hacía siete años que Doris Dayanira Bautista no escuchaba la voz de sus dos hijos, a quienes dejó en El Salvador al cuidado de su madre, cuando se embarcó en su aventura hacia el norte. No llegó más lejos que esta ciudad fronteriza, pero se extravió, perdió contacto con su familia, fundó un hogar nuevo. Hasta hoy.
Supo por la prensa que unas mujeres de su tierra pasaban por Tapachula indagando el paradero de migrantes. Vio en la televisión que una de ellas llevaba su propia fotografía.
Y temprano, a la hora del desayuno, se apareció en el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba. Se identificó. Las señoras de su pueblo –Progreso, en Honduras– supieron de inmediato que Doris Dayanara Bautista Serrato, su paisana que este año no viajó en la Caravana de Madres Centroamericanas buscando a sus hijos desaparecidos, estaba por recibir la mejor noticia de su vida. De inmediato enlazaron telefónicamente a Dayanira con su madre y sus hijas.