AUTOR: ALEJANDRA MORENO.
(17 de diciembre, 2013).- Bruja, puta, zorra, una cualquiera o cualquier nombre que se haya utilizado a lo largo de la historia para nombrar y mortificar a las mujeres que cruzan deliberadamente las fronteras que se les imponen a su vida, mente, deseos y libertad.
Desde hace muchos años, las llamadas “malas mujeres” se han hecho presentes con acciones imperdonables para un Estado patriarcal, aquellas que han abortado, las que han tomado la iniciativa en el sexo, que han tenido muchos amantes, que usan anticonceptivos, que trabajan en empleos típicamente masculinos, que no han querido ser mamás o esposas, que han querido trabajar y dejar a sus hijos en una guardería, las divorciadas, las que viven en unión libre, las que prefieren leer, dedicarse al arte o abrir un negocio a cocinar, las que han dicho que su opinión es tan importante como la de un hombre, las que votan y participan en actos políticos y las que deciden coger con una mujer.