AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
Hacen aquí todo lo que no pueden hacer en su nación: tienen impuestos ridículamente bajos, contaminan y envenenan las tierras donde medran, pagan salarios miserables, se burlan de las leyes laborales y a base de corrupción despojan a campesinos y a pueblos indígenas. Son las mineras canadienses, a las cuales sucesivos gobiernos mexicanos han otorgado concesiones que ya abarcan casi la mitad del territorio nacional.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Un estudio gubernamental elaborado este año llegó a la siguiente conclusión: las empresas canadienses que asumen conductas ejemplares y responsables en su nación son “a ciencia cierta las empresas más corruptas cuando invierten en el sector minero en México”.
El documento destaca que el país ha cedido irremisiblemente millones de toneladas de recursos no renovables y alerta sobre la pérdida de soberanía nacional por la entrega de la mitad del territorio en concesiones mineras –en su mayoría a firmas canadienses– por “los errores derivados de la sobreapertura comercial”.