AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
MEXICO, D.F. (apro).- En los primeros días de este año Michoacán vuelve a ser la noticia principal por los nuevos enfrentamientos entre los Caballeros Templarios, grupos de autodefensa ciudadana y el Ejército en uno de los puntos clave para el tráfico de la droga, Parácuaro, que ha sido controlado por el crimen organizado desde hace años sin que el gobierno federal y estatal hayan hecho algo para arrebatárselo.
Michoacán es el estado donde hay el mayor número de grupos armados en todo el país –junto con Guerrero–, lo que convierte a esa entidad en un polvorín que podría explotar en cualquier momento con las consecuencias fatales para la población que está indefensa y en vilo ante esta situación de ingobernabilidad.
En esta entidad donde surgieron en el siglo XIX las primeras leyes que dieron orden legal al país con la Constitución de Apatzingán, hoy no existe más ley que la de las balas. Y esta ley es la que hacen valer los principales grupos armados.