AUTOR: Oriol Mallo.
En 2011 escribí un ensayo sobre las redes de la hispanidad en América Latina. Aquel libro, llamado El cártel español Historia crítica de la reconquista de México y América Latina (1898-2008) proponía una mirada de largo alcance sobre las estructuras de poder tejidas en nuestro continente por el estado y las empresas españolas, junto a sus inmigrantes ricos, sectores de la iglesia y la natural colaboración de las élites criollas, hispanófilas en grado sumo.
Estas redes de sociabilidad permitieron en la década de 1990 el desembarco-asalto de varias multinacionales españolas en varios países del cono sur.
Aunque algunos de esos gigantes que se quedaron con la mejor tajada de las privatizaciones ya no son estrictamente de capital español (La compañía eléctrica Endesa,controladora de varias subsidiarias en Argentina o Perú, pasó en 2007 a manos italianas) los equipos directivos encargados de los negocios americanos siguen siendo españoles.
El know-how o la agenda de relaciones, coyotaje y favores establecida por estos altos funcionarios del cártel español -los gerentes que hicieron la reconquista- redunda en el hecho que América Latina sigue siendo, de facto, coto privado de la burguesía española cuyos gerentes, directivos y socios han tejido por más de veinte años una sólida intimidad social con sus pares latinoamericanos.