AUTOR: ALINA ROSAS DUARTE.
La primera bala que causó un herido durante el sexenio actual de Enrique Peña Nieto, terminó por arrebatarle la vida a su víctima. Luego de postergar por más de un año su agonía, Francisco Kuykendall falleció a causa del impacto de un proyectil en su cráneo disparado tras el muro que cercaba el Congreso de San Lázaro el primero de diciembre del 2012.
Defensores de derechos humanos y organizaciones civiles no sólo lamentaron el deceso del profesor, dramaturgo y director de teatro originario de Tamaulipas, sino condenaron la impunidad alrededor de la muerte de Francisco Kuykendall, pues hasta la fecha nadie ha sido consignado por la muerte del también activista.
El proyectil que se impactó con Kuykendall, forma parte de las armas gubernamentales cuyo peligro se cataloga como “menos letales”, entre las cuales se encuentran las balas de goma y gases lacrimógenos.