AUTOR: VERÓNICA ESPINOSA.
SAN LUIS POTOSÍ, S.L.P. (proceso.com.mx).- Esperanza Reyes Aguillón, como escribió su hermana Eréndira, “no es una asesina serial, ni una narcotraficante, ni líder de una banda de roba coches, ni una sicaria, ni lava dinero, ni le roba al fisco; tampoco ha secuestrado a alguien, (ni es) una funcionaria malversadora de millones de pesos. Es una trabajadora doméstica que gana 500 pesos a la semana. Y además, es mujer”.
Aun así, estuvo presa durante dos años de cinco en total que recibió como sentencia por utilizar un billete falso de cien pesos, hasta el día de hoy en que recibió la preliberación por orden del juez de control del Poder Judicial Federal, a petición expresa de la Secretaría de Gobernación para que revisara el caso (causa penal 26/2011).
Un billete de cien pesos que, para su mala suerte, le tocó tener en la mano a la hora de pagar un cuaderno para las tareas de su hija, el 11 de marzo del 2011.