AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
Desde 2007, cuando Felipe Calderón le declaró la guerra al crimen organizado desde su natal Michoacán, los habitantes de la entidad han vivido inmersos en la violencia: la de las bandas criminales que los matan, extorsionan o desaparecen, y la de las fuerzas de seguridad, las cuales prácticamente hacen lo mismo. La cifra de michoacanos muertos, desaparecidos o desplazados contra su voluntad es incierta. Lo único seguro es que el estado adquiere poco a poco las características de la tierra arrasada.
MORELIA, Mich: Concentrados en la estrategia militar para combatir al crimen organizado, los gobiernos federal y estatal no reparan en quienes han quedado atrapados en la guerra contra el narcotráfico y padecen por igual las agresiones de policías, soldados y delincuentes.
Durante 2013 cientos de familias michoacanas fueron forzadas a desplazarse a otros estados o de una ciudad a otra. Extraoficialmente en la entidad se cuentan, en ese año, más de 3 mil muertos y una docena de desaparecidos a manos de policías municipales y soldados.
Desde 2006, cuando Felipe Calderón le declaró la guerra al narcotráfico, ha habido 12 mil 715 homicidios dolosos en Michoacán, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública publicados en septiembre del año pasado.