AUTOR: ROSALÍA VERGARA.
MÉXICO, D.F. (apro).- María Antonia Márquez lleva diez años exigiendo justicia por el asesinato de su hija Nadia Alejandra Muciño Márquez, a manos de su esposo Bernardo y su cuñado Isidro López Gutiérrez, en el estado de México. Ambos fueron exculpados por las autoridades de la entidad con más víctimas de feminicidio de todo el país.
En una carta escrita como si la narrara la propia Nadia, cuenta que se enamoró de Bernardo cuando estudiaba la carrera técnica en Computación y él era chofer de transporte público. Meses después vivieron juntos, pero el hombre le prohibió seguir con sus estudios.
“El trabajo eventual y el salario de mi pareja no alcanzaba para cubrir las necesidades del hogar. Por ello, comencé a trabajar a escondidas de Bernardo. Cuando se enteró, se enojó mucho porque decía que él debía mantener el hogar. Sin embargo, en la realidad no lo hacía”, se lee en la misiva.
El hombre al que entregó su vida -continúa-, decía que la quería pero la hería constantemente. Le pegaba, la encerraba, la insultaba, le decía que no valía nada.