AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.
Los dos bandos son los mismos en los que se divide la administración peñista para otros temas de seguridad.
No habían pasado ni 12 horas de que se conociera la detención de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, cuando inició la presión pública desde Estados Unidos para pedir su extradición y posterior juicio en ese país.
Al interior del gobierno de Enrique Peña Nieto, aseguró una fuente confidencial a Reporte Indigo, desde este sábado inició una disputa entre quienes se encuentran a favor y en contra de que esta extradición se realice.
Los dos bandos son los mismos en los que se divide la administración peñista para otros temas relativos a seguridad: aquellos que buscan una mayor interacción con Estados Unidos, y los que se niegan a mantener la línea de cooperación que tuvieron los dos sexenios panistas.