AUTOR: JESUSA CERVANTES.
Oceanografía es una fuente inagotable de suciedad. Empresarios de todo nivel, políticos del más alto vuelo y sus familiares están vinculados con esta joya que el foxismo y el panismo alimentaron, protegieron. Cada día que pasa se clarifican más los lazos con Francisco Gil Díaz, Pedro Aspe y hasta con el hijo de Ernesto Zedillo, entre otros. Y ya se abre un nuevo capítulo en esta historia de podredumbre: La lucha por ocupar el espacio que deja la gran proveedora de Pemex ya comenzó.
MÉXICO, D.F: La madeja de complicidades en torno a Oceanografía incluye un entramado de empresas y políticos construido por uno de sus accionistas, Martín Díaz Álvarez. Esta red toca a su tío, el exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, a políticos y a empresarios relacionados con la industria del petróleo.
De cada uno de los accionistas que participan en Oceanografía –los hermanos Yáñez Osuna, Martín Díaz Álvarez, los hermanos Óscar y Javier Rodríguez Borgio, Oliver Fernández Mena y Alberto Duarte Martínez– surgen hebras que los entrelazan financieramente con personajes tan conocidos como Pedro Aspe, secretario de Hacienda en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, o Ernesto Zedillo Velasco, hijo del hombre que gobernó México entre 1994 y 2000.