AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- “La apatía y el silencio de la Iglesia en general, del credo que sea, se ha vuelto cómplice de la violencia en Chihuahua, de los crímenes como asesinatos y desapariciones”, denunció Norma Ledezma Ortega, coordinadora de la asociación civil Justicia para Nuestras Hijas, que ayer cumplió 12 años de haberse fundado, aunque la celebración se llevó a cabo este lunes.
“Hoy tengo que decirlo, no lo había dicho en 12 años”, justificó la activista, cansada de que en ese mismo lapso de tiempo aún no se esclarezca el asesinato de su hija Paloma Angélica Escobar Ledezma.
“La Iglesia, llámese como se llame, ha permanecido apática y alejada a esta situación; los líderes espirituales se limitan a decir que debemos perdonar y que tenemos que olvidar porque es mandato divino. Es muy desafortunado en estos 12 años, y es la primera vez que me atrevo a decirlo, debido a que considero que creo en Dios fielmente, y creo que Dios nos dio las manos, los pies, la inteligencia, la fuerza para hacer lo que tengamos que hacer; creo fielmente que el primer guerrero y defensor de la vida misma se llama Jesús”, expresó frente a decenas de familias que conforman hoy Justicia para Nuestras Hijas.