AUTOR: RODRIGO VILLEGAS.
Mientras Michoacán se debate entre las autodefensas, la crisis económica, los funcionarios bajo investigación y la violencia de los cárteles de la droga, al norte del país, Tamaulipas vive su propio infierno.
A pesar de los esfuerzos del Grupo de Coordinación, que se integra con fuerzas de seguridad estatales y federales y mantiene patrullajes de vigilancia, durante el fin de semana pasado se registraron múltiples balaceras en distintos municipios del estado.
Oficialmente se registraron 24 muertos, aunque reportes extraoficiales sugieren que pudieron ser más de 50
La lucha sin fin
Históricamente, los cárteles de El Golfo y Los Zetas son las organizaciones que por su composición estructural resienten más las aprehensiones o ejecuciones de los mandos medios.
La generación de vacíos de poder a nivel operativo conlleva una lucha interna de poder. Este es el caso, especialmente en los hechos violentos de los últimos días en el norte y sur de Tamaulipas.
La disputa al interior del Cártel del Golfo por plazas como Reynosa y Tampico ha polarizado a las facciones delictivas que conforman a esta organización.