AUTOR: ÁLVARO DELGADO (REPORTAJE ESPECIAL).
El “cochinero” que algunos militantes del PAN anticipan para la elección interna de mayo próximo es una expresión que de hecho ya se observa en la campaña por la presidencia nacional de ese partido. Las acusaciones mutuas entre los grupos de Gustavo Madero y Ernesto Cordero van y vienen, pero el denominador común en ambos es la corrupción política y moral… Muy mal signo para una organización política que no ha sido capaz de rescatarse a sí misma.
MÉXICO, D.F: Manchados unos y otros por la corrupción, que condenan en el discurso pero solapan en los hechos, la disputa por el control del Partido Acción Nacional (PAN) exhibe la desmemoria, el cinismo y las truculencias de Gustavo Madero y Ernesto Cordero.
Luego de tres semanas de campaña, un tercio del total, se ha configurado un escenario incierto para la elección del 18 de mayo, como lo registran las más recientes encuestas, una de ellas filtrada por el propio equipo de Madero y que le da ventaja de apenas cuatro puntos.
En el PAN todos lo saben: Ganará el candidato con mayores recursos para llevar a votar a la mayoría de los 217 mil 557 panistas con ese derecho y desde ahora arman y ensayan la estructura para ese fin… por las buenas o por las malas.