AUTOR: JESUSA CERVANTES (ANÁLISIS)
MÉXICO, D.F. (apro).- La semana pasada hablábamos en este espacio de la “limpia” que Enrique Peña Nieto y su equipo parecen estar llevando a cabo de la mafia panista que al amparo del poder se enriqueció.
De esa mafia panista que pronto se convirtió en proveedora del gobierno, de aquellos empresarios que reconstruyeron sus negocios al ser rescatados por políticos panistas para luego, mediante un ya conocido y vergonzoso ten percent, lograr entrar a la lista de los “elegidos”, a los que año con año y de manera transexenal se les aseguraron contratos millonarios.
Y para muestra está Oceanografía.
Pero contrario a lo que uno pueda pensar, existe otro tipo de “limpia” que no tiene que ver con simpatizantes de partido metidos a empresarios, donde las siglas partidistas no son motivo de purga sino más bien de grupos empresariales. Y es que el dinero no ve filias ni fobias, sólo ganancias.