AUTOR: DENISE DRESSER.
MÉXICO, D.F: Aplauso a Alfonso Cuarón por ejercer su derecho ciudadano a preguntar. A exigir. A confrontar. A explicar sus dudas y pedirle al presidente Peña Nieto que las esclarezca. Como cualquiera de los millones de mexicanos que no entienden los alcances de la reforma energética aprobada ni sus implicaciones.
Como uno de tantos que han tratado de seguir un debate que en realidad nunca lo fue. Intentando entender, intentando comprender, intentando escudriñar un cambio importante pero aún ininteligible porque faltaban la legislación secundaria y las explicaciones de fondo y las posturas claras y los objetivos específicos. Un mapa de ruta necesario que el gobierno nunca ofreció. Nunca proveyó. Nunca sintió la necesidad de hacerlo sino hasta ahora.
Y Enrique Peña Nieto finalmente respondió porque Alfonso Cuarón preguntó. Porque desde el ejercicio de la ciudadanía plena el cineasta entendió que la resignación, el silencio y la pasividad de tantos explican por qué un país tan majestuoso como México ha sido tan mal gobernado y tan mal reformado.