AUTOR: ARMANDO ESTROP.
Este domingo el PAN elige a su nuevo dirigente. Y mientras los dos candidatos se debaten entre ataques, culpas pasadas y errores presentes, el más golpeado en el proceso ha sido el propio partido. ¿Logrará recuperarse?
El Partido Acción Nacional pelea lo poco que le queda.
El otrora partido de oposición con principios y liturgia en su actuar, llega a la renovación de su dirigencia divido por el hambre de poder.
Bastaron 12 años de gobierno para ser ellos sus propios verdugos.
Con una escisión que es prácticamente irreparable, el domingo se reeligirá a Gustavo Madero, acusado de ser comparsa del Gobierno Federal, o por fin Ernesto Cordero, ligado al expresidente Felipe Calderón, logrará ganar una elección.