AUTOR: ERNESTO VILLANUEVA.
MÉXICO, D.F: Del año 2000 en adelante las leyes de acceso a la información han incrementado su número y sus indicadores de calidad. Esto no significa, por supuesto, que se cumplan bien o mal.
Pero el tema va avanzando. En un libro de mi autoría que saldrá en un par de meses –y del cual ofrezco a los lectores de Proceso un adelanto–, podemos ver que poco a poco hay un mínimo común denominador. Veamos.
Primero. México tiene el mayor órgano garante en el mundo en virtud de tres razones: a) Los órganos garantes está en buena parte del país cooptados por el gobernador del estado; b) Se mantendrá (se supone) la amigabilidad del derecho y tendrá medidas de coerción para que los sujetos obligados cumplan las resoluciones del nuevo órgano autónomo constitucional en materia de acceso a la información y provisionalmente de derechos humanos (Poder Legislativo federal, Poder Ejecutivo federal, organismos constitucionales autónomos, estados y municipios, salvo el Poder Judicial federal).