AUTOR: REDACCIÓN.
MÉXICO, D.F. (apro).- Los recientes hechos de violencia en la capital del país vuelven a poner en tela de juicio el cacareado programa de seguridad Escudo Centro, promovido por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
La ejecución de seis integrantes de una familia en la colonia Cuautepec El Alto, delegación Gustavo A. Madero, y que la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) atribuyó a rencillas entre narcomenudistas de la zona, provocó que Mancera doblara las manos y abriera las puertas de la ciudad a las fuerzas armadas –Ejército, Marina y Policía Federal– para vigilar las calles.
Ningún gobierno perredista había permitido antes la intervención de las fuerzas del orden federales en la Ciudad de México, a pesar de las presiones.
“Tenemos temas concretos, nosotros estamos interesados en asuntos muy concretos sobre todo en las áreas limítrofes, ese va a ser un tema muy importante de este equipo de coordinación y estoy seguro que va a abonar en la seguridad de la ciudad”, afirmó el jefe de Gobierno al instalar la primera Reunión del Grupo de Coordinación Distrito Federal.