AUTOR: RAÚL LINARES.
Esta semana, en el Senado de la República, la tensión se respira en el ambiente. Ninguno de los legisladores sabe a ciencia cierta la fecha para regresar a las discusiones en torno a la ley secundaria en materia de telecomunicaciones. Apenas tres de los 30 legisladores dictaminadores se han pronunciado en contra de ésta.
En el resto de las bancadas aflora la desconfianza, algunos sectores callan y a la expectativa, aguardan el arranque de los trabajos.
No obstante la mayoría puede prever un desenlace ya armado: pulsa la sospecha de que existe un acuerdo secreto entre el presidente de la Comisión de Comunicaciones del Senado, Javier Lozano, la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el propio Enrique Peña Nieto. A éste, se han sumado algunos sectores del conservador Partido Acción Nacional (PAN), como ha insistido el propio Lozano en varias comparecencias.
Un informe de la Asociación Mexicana por el Derecho a la Información (AMEDI) sostiene que el espaldarazo se conjurará el próximo 4 de julio. A ciencia cierta sigue siendo un rumor.