AUTOR: REDACCIÓN.
La Cámara de Diputados entrega a cada uno de los grupos parlamentarios subvenciones extraordinarias, que pueden usarse sin necesidad de comprobación y que, entre enero de 2013 y abril de este año, ascendieron a 278 millones de pesos.
La falta de control en los recursos que el Congreso de la Unión asigna a diputados y senadores permite que puedan comprar artículos de aseo o bolsas de diseñador para su uso personal, pagar comidas en restaurantes de lujo o simplemente usar el dinero público sin tener que justificar el gasto.
Los legisladores federales no sólo reciben su dieta y apoyos económicos mensuales, sino que la Cámara de Diputados entrega a cada uno de los grupos parlamentarios subvenciones extraordinarias, que pueden usarse sin necesidad de comprobación y que, entre enero de 2013 y abril de este año, ascendieron a 278 millones de pesos.
Un ejemplo del gasto sin control en el congreso mexicano lo dio la bancada del PAN en el Senado, en 2013. El senador Ernesto Cordero, quien entonces era coordinador de la bancada, compró shampoo contra la caída del cabello, una bolsa Louis Vuitton y objetos de aseo personal, todo con recursos públicos.