AUTOR: ÁLVARO DELGADO.
El videoescándalo de los legisladores panistas en Puerto Vallarta, Jalisco, no pasa de ser un incidente que sólo sirvió para recrudecer las hostilidades entre dos corrientes del PAN: las de Felipe Calderón –quien se dijo escandalizado por la degradación alcanzada por aquéllos – y Gustavo Madero. Pero Juan José Rodríguez Prats –que pugna por rescatar de la crisis a su organización política– achaca por igual a ambos personajes la responsabilidad de la corrupción que tiene ahogado a su partido.
MÉXICO, D.F: Desdibujada su identidad, sometido al gobierno de Enrique Peña Nieto y de escándalo en escándalo, como el más reciente que derivó en la destitución de Luis Alberto Villarreal como coordinador de los diputados federales, el Partido Acción Nacional (PAN) llegará a los 75 años de su fundación, el próximo septiembre, en la peor crisis de su historia.
En su interior ya nadie duda del avanzado deterioro del partido y hasta Felipe Calderón, reinstalado en México, fue categórico al observar –triste y avergonzado, según él– este “proceso de degradación y descomposición moral y de corrupción, que no sé qué límite pueda tener”.