AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
Integrante del Consejo de Administración de Pemex desde 2009, el doctor Fluvio César Ruiz Alarcón critica a la clase política por su negativa a debatir a fondo sobre la reforma energética, por el apresuramiento con el que la aprobó y porque, puntualiza, el gobierno federal le atribuye gran confianza al mercado “como factor de desarrollo”. En entrevista con Proceso enumera los puntos críticos del nuevo modelo y destaca varios de ellos: el que ahora sea un órgano técnico –Comisión Nacional de Hidrocarburos, que aún no se integra– el que tome las decisiones y los riesgos que implica la exploración y explotación de los yacimientos transfronterizos que, dice –pese a sonar “anacrónico” –, sería un riesgo para el Estado nacional.
MÉXICO, D.F: La reforma energética fue realizada sin una concepción clara del modelo de desarrollo nacional. Enfocada a favorecer las condiciones de competencia, el nuevo tinglado legal debilitó a Pemex, sometiéndolo a instancias técnicas que se colocan por encima de las instituciones del Estado.
Por si fuera poco, se hizo asumiendo que el petróleo es como cualquier mercancía, por lo que el rezago tecnológico, las preocupaciones geoestratégicas y de seguridad nacional, inherentes al sector, ni siquiera fueron sujetas a discusión.