jueves, 9 de octubre de 2014

Los Alemán al timón de Oceanografía

La polémica empresa proveedora de Pemex cambia de manos. Ahora la familia de Miguel Alemán posee el 70 por ciento de las acciones y la inyección de capital de los nuevos dueños salvaría a Amado Yáñez de los juicios pendientes al negociar con proveedores, como Banamex.

Siete meses después de iniciar las negociaciones “informales y en buenos términos” con la familia del exgobernador de Veracruz, Miguel Alemán, Amado Yáñez logró vender casi el 70 por ciento de las acciones de la compañía. 

Oceanografía había pertenecido a su familia durante los últimos 46 años.

Los 400 millones de dólares que se espera inyecten los Alemán en su empresa servirán para apuntalar el reinicio de operaciones de la naviera más importante para Pemex. 

La cantidad está pronosticada para ingresar en enero del próximo año.

Detrás de estos primeros anuncios, la transacción deja a Amado Yáñez a un paso de concluir su expediente judicial por el que no ha pisado la cárcel y lo pone en una mejor posición para negociar con sus acreedores.

Al mismo tiempo, la venta integra el primer mega-consorcio de transporte por mar en una misma familia en lo que va del sexenio.

La nueva Oceanografía, inhabilitada desde febrero de este año por 21 meses, pero aún con 14 contratos vigentes con Pemex, zarpa de la mano de quienes en algún momento compitió: el grupo TMM.

El anuncio representa un revés para el empresario Carlos Hank Rhon, quien intentó comprar la compañía poco antes de que se anunciara en febrero pasado que estaba involucrada en un supuesto fraude a Banamex por casi 500 millones de dólares.

Yáñez: de dueño a operador

El vínculo para que Amado Yáñez negociara con la familia Alemán, una de las más prominentes de Veracruz, fue otro veracruzano: el extenista y socio minoritario de Oceanografía, Oliver Fernández Mena. 

En abril de este año, cuando aún Yáñez permanecía fuera de la escena pública y diseñaba una defensa legal en contra de las acusaciones de fraude a Banamex, iniciaron las conversaciones para que el Grupo que lidera el exgobernador de Veracruz comprara la mayoría de las acciones de la empresa. 

Según dos fuentes cercanas a la negociación, consultadas por Reporte Indigo, las pláticas se dieron siempre en buenos términos. Incluso Yáñez se encontraba “contento y muy tranquilo”.

La causa es simple, la compra le permite una mejor posición para negociar con los acreedores, al mismo tiempo que sigue haciendo lo que es el sentido de su vida: operar la empresa.

Antes de que Oceanografía se inhabilitara y fuera embargada a principios de marzo, Amado Yáñez podía dejar esperando en una mesa de restaurante durante una hora a cualquier interlocutor, mientras solucionaba por teléfono todo tipo de asuntos, desde la compra de las meriendas, hasta la reposición de una pieza de un barco.

Uno de sus proveedores principales contó a Reporte Indigo que en el gremio nadie confiaba en su capacidad como administrador, pero todos sabemos que “no hay un operador como él en México”.

Este conocimiento técnico jugará ahora a favor de la familia Alemán, que deja a Yáñez como operador, con una mínima participación accionaria y restricciones para involucrarse en asuntos financieros y de administración. 

Estos temas serán manejados por el Grupo que integran el hijo del expresidente Miguel Alemán Valdez y su nieto, Miguel Alemán Magnani, dueños a su vez de la aerolínea Interjet, una de las principales beneficiadas de la salida del aire de Mexicana de Aviación.

Este nexo resulta ahora más interesante, ya que el mismo juez que llevó en un inicio el concurso mercantil de Mexicana, Felipe Consuelo Soto, es que el que ahora lo hace con el concurso de Oceanografía.

La familia une a los rivales

La compra de Oceanografía por la familia Alemán pasa necesariamente por el consejo de administración de Grupo especialista en logística y transporte TMM, en algún momento competidor de la naviera.

El presidente y vicepresidente del Consejo de Administración de Interjet, Miguel Alemán Velasco y Miguel Alemán Magnani,  son vocales del Consejo de Administración de TMM, compañía que hasta ahora era competidora de Oceanografía. 

La participación de los Alemán en la compañía que preside José Serrano Segovia tiene un ancla familiar.

En mayo de 2002, mientras Miguel Alemán Velasco gobernaba Veracruz, su hijo contrajo nupcias con la hija de Serrano, Vanessa Serrano Cuevas.

La pareja tiene tres hijos y ella es “miembro distinguido” del Patronato de la Fundación Miguel Alemán. 

El exgobernador de Veracruz actualmente forma parte también del Consejo de Administración de Televisa, donde trabajó durante varios años su hijo, Miguel Alemán Magnani, yerno de Serrano. 

La ficha de Magnani en el Reporte Anual 2013 de Grupo TMM indica que es el director ejecutivo de la línea aérea Interjet, presidente de Grupo Alemán (Galem), que ahora compró Oceanografía, y socio del fondo Discovery Americas.

Magnani es el segundo yerno del dueño de TMM. 

Durante los 90 Vanessa Serrano estuvo casa con Martín Díaz, uno de los principales implicados en el caso Oceanografía como enlace entre Amado Yáñez con Banamex y los hermanos Rodríguez Borgio. 

Actualmente Díaz se encuentra en Miami y no ha sido detenido ni ha pagado fianza por el caso.Ha sido mencionado en las indagatorias como operador de Oceanografía para las operaciones de factoraje con Banamex, que utilizaban como vehículo la línea de crédito de Pemex, clasificada como de bajo riesgo porque la petrolera era entonces paraestatal.

Zarparán de nuevo los barcos

En los próximos diez días, según una fuente que pidió anonimato, el conciliador de este concurso mercantil debe dar a conocer la lista definitiva de acreedores, que sumaban 149 cuando se dictó la declaratoria en julio pasado.


Esta lista estaba encabezada por Banamex, con 6 mil 745 millones de pesos, más otros 19.1 millones de su Arrendadora Banamex.

El concurso también anunció que le debían 517.5 millones al Banco Mercantil del Norte, 18.6 millones al Instituto Mexicano del Seguro Social, 4 mil 703 millones en pagarés de créditos garantizados a 2015 y 2 mil 175 millones a Candies Mexican Investments, con los que Oceanografía adquirió 20 barcos (Reporte Indigo, 10 de julio de 2014).

Ya con la capitalización del Grupo Alemán, Oceanografía entrará nuevamente a negociar con cada uno de los acreedores, algunos de los cuales podrán convertirse en accionistas.

El siguiente paso, que debe concretarse también en los próximos días, será que el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) deje la operación de la empresa en manos de los nuevos dueños.

El paso del SAE por Oceanografía no ha resultado exitoso: la compañía ha perdido una tercera parte de sus trabajadores, Pemex le inició un proceso de rescisión de varios contratos y ha disminuido su valor de 3 mil 500 millones de dólares en diciembre del año pasado, a poco más de 800 millones en julio de este año, según dos valuaciones independientes consultadas por Reporte Indigo. 

El SAE paga bien

Entre las negligencias que podrían ser imputables al SAE está el súper sueldo que han cobrado desde marzo pasado tres de los funcionarios que fueron recomendados por Pemex para hacerse cargo de la empresa.

Luis Alfonso Maza Urueta, cercano al abogado general de Pemex, Marco Antonio de la Peña, suscribió recibos de honorarios por 619 mil pesos mensuales en calidad de síndico-administrador de la empresa intervenida por el SAE.

Sus dos subordinados más importantes, el director general de administración, Gustavo Bazúa Witte, así como el director de contraloría, Alfonso Salvador Antonio Compeán Gallardo, cobraron 200 mil pesos mensuales por su intervención en Oceanografía (Reporte Indigo, 3 de julio de 2014).

Una fuente interna del SAE dijo a este diario que luego de la publicación de sus recibos de honorarios en este medio, Bazúa Witte, hermano de la tesorera de la Federación durante el gobierno de Vicente Fox, se ha negado a firmar documentos que muestren su permanencia dentro de la administración transitoria de Oceanografía. 

El regreso de la compañía al agua se confirma con el testimonio de varios proveedores, quienes aseguraron que ya Pemex ha considerado los bancos de la empresa en las estimaciones de operación para el próximo año. 

En julio, al dictarse el concurso mercantil, el juez Consuelo Soto ordenó dejar sin efecto la inhabilitación contra Oceanografía para ayudar a la empresa a capitalizarse. 

En este mismo sentido la defensa de Yáñez solicitó que se le devolvieran 500 millones de pesos de penas convencionales sobre los contratos que les retuvo Pemex desde finales de febrero pasado (Reporte Indigo, 22 de agosto de 2014).

Este objetivo de la “capitalización” ahora viene no por aplicarse las disposiciones del juez, sino con la compra del Grupo Alemán, que inyectará dinero nuevo para reiniciar las operaciones de la compañía y tener ganancias para pagarles a los proveedores. 

La compra resulta el remate a la posibilidad de que Amado Yáñez salga librado en el juicio en su contra. 

Banamex no ha entregado pruebas judiciales en los peritajes del caso que demuestren que la falsificación de las estimaciones de cobro se realizó en la compañía, no al interior del propio banco.

Esta posición se confirma con la salida de Javier Arrigunaga de la dirección de Grupo Financiero Banamex, luego de que un juez en Estados Unidos solicitara a Citigroup que entregue pruebas del presunto fraude (Reporte Indigo, 7 de octubre de 2014).


En una comparecencia durante septiembre, el procurador Jesús Murillo Karam dijo que “no hubo fraude a Banamex porque el banco estaba de acuerdo con Oceanografía”.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.

Iguala mueve a todos

El ataque a normalistas en Iguala conmovió a todo México. Pero también lo movió. Ayer, se realizaron marchas en todo el país, incluso en el extranjero. En el mundo, la condena fue generalizada. En el Congreso se creó una comisión especial  y la redes sociales se convirtieron en trincheras virtuales en busca de justicia.

MARCHAS

‘No están solos’

“La indignación no es suficiente”, reza una manta sostenida por dos jóvenes en Chilpancingo.

Como ellos, miles de manifestantes salieron hoy a las calles en todo el país no solo para mostrar su indignación por lo sucedido en Iguala hace 13 días. Salieron a exigir el regreso –con vida- de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre.

Salieron a reclamar justicia. A dar esperanza.

Estudiantes, maestros, normalistas, agrupaciones campesinas, policías comunitarias  y jubilados piden que se castigue a los culpables y que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, renuncie.

A través de redes sociales, más de 131 organizaciones civiles convocaron a la movilización nacional.

Bajo la premisa de “Ayotzinapa, Tod@s a las calles”, el llamado a la movilización fue atendido no solo en México. A la marcha se sumaron más de medio centenar de ciudades en el mundo.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) realizó una marcha silenciosa en San Cristóbal de las Casas y convocó a que los integrantes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona se movilicen.

“No están solos”, señaló el EZLN en un comunicado. “Su dolor es nuestro dolor, nuestra es también su digna rabia”.

> LAS REDES SOCIALES

Las trincheras informativas

Lo que los medios de comunicación callan, las redes sociales lo gritan.

Guerrero se unió a la lista de estados que han hecho de Facebook y Twitter las nuevas trincheras desde donde informan, convocan, y se manifiestan.

Ciudadanos unidos por el mismo desamparo han hecho del Internet el nuevo campo de batalla virtual en busca de la justicia.

Con más de 28 mil seguidores –una vez agotada su cuota de ‘amigos’ en Facebook- SoloChilpo reúne las voces de quienes claman por el regreso de los estudiantes normalistas. A la lista de páginas se une SoloIguala y SOLOenChilpancingo, que en conjunto suman más de 150 mil seguidores.

> PRD

Agreden a Cuauhtémoc

El líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas fue abucheado y agredido durante la marcha para exigir la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. 

Un grupo de personas lanzó agua, refrescos, piedras y cuanto encontraron a su paso al exjefe de Gobierno capitalino cuando ingresó al Zócalo.

Cárdenas se había sumado al recorrido que partió del Ángel de la Independencia junto con el activista Javier Sicilia y Adolfo Gilly, quien terminó descalabrado.

Durante la revuelta, hubo gritos de “asesino, asesino, cobarde y traidor” en contra de Cárdenas. 

Los agresores reclaman al PRD -partido en el gobierno en Guerrero y en Iguala- su responsabilidad por la agresión a los normalistas.

A empujones, el excandidato presidencial fue orillado a tomar la calle de Pino Suárez, rodeado por algunas personas que intentaron resguardarlo, y que pedían “no a la violencia”.

Una vez a salvo, Cárdenas declaró que la intolerancia no debe caber en las manifestaciones.

El perredista señaló que esta conducta agresiva de los estudiantes, como los gritos de los activistas hacia él, son “desahogos” de las personas que buscan desquitarse de alguna forma.

> EN EL MUNDO

El reclamo internacional

En las calles de México, los manifestantes condenaron el ataque de la Policía Municipal y un grupo de civiles armados a los estudiantes en Iguala. A esa condena se sumó el reproche internacional.

La ONU se unió al reclamo ciudadano de que se encuentre con vida a los desaparecidos y se de una respuesta pronta y vigorosa de las autoridades en el marco del respeto de los derechos humanos.

La organización señaló que estar “profundamente conmovida por lo ocurrido” e informó que la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) documenta el caso.

También Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) se unieron a los reclamos para se esclarezca “cuanto antes” lo que pasó con los 43 normalistas.

“(Es un) crimen preocupante que demanda una investigación completa y transparente”, dijo la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki.

José Miguel Insulza, secretario general de la OEA señaló que se siente “consternado” por este crimen que “enluta no solo a los mexicanos, sino a todos los países de América”.

> EN SAN LÁZARO

Sesionan en el Congreso

En el Congreso, la Comisión Especial para dar Seguimiento a la Investigación Relacionada a los hechos originados en Iguala, se declaró en sesión permanente a fin de dar celeridad a la elaboración de su plan y agenda de trabajo.

Durante poco más de dos horas, la Junta de Conciliación Polítca (Jucopo) sesionó para lograr tres acuerdos:

Citar a la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional para abordar los casos de Iguala y Tlatlaya; llamar a comparecer a los secretarios de la Sedena, la Segob, PGR y Cisen, y acordar una nueva reunión  para así constituir el plan de trabajo y la agenda que llevarán a cabo.

El presidente de esta instancia, el panista Guillermo Anaya, aseguró que ya se estableció contacto con la PGR para conocer cómo va el proceso de la investigación.

“Por ningún motivo debemos permitir que alguien quiera o pretenda lucrar políticamente con el dolor de las familias de los estudiantes hoy desaparecidos”, indicó Anaya.

Recomendaciones de Amnistía Internacional


El director ejecutivo de Amnistía Internacional México, Perseo Quiroz, enlistó las acciones que solicitan para garantizar justicia en el caso.

Las investigaciones deben ser realizadas por el personal del más alto nivel en el ámbito federal.

> Los forenses argentinos
deben recibir todo el respaldo institucional para la exhumación e identificación de los restos encontrados.

> Enrique Peña Nieto
acelere y garantice una investigación rápida y exhaustiva sobre estos “terribles abusos”.

> Las investigaciones
deben ser claras y os familiares de las víctimas y sus representantes deben tener acceso a ellas.

> La información
de la evolución de la búsqueda a los familiares debe otorgarse regularmente, así como del proceso de identificación de los cuerpos.

> La vida
de los familiares de las personas involucradas en los hechos de Ayotzinapa, así como de las personas que llevan las investigaciones debe ser asegurada.

> La reparación del daño

debe incluir la indemnización, satisfacción, restitución, rehabilitación y garantías de no repetición de este tipo de abusos.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.

#SOSAYOTZINAPA. Repudio en el mundo por desaparición de los 43 normalistas

BERLÍN: Bajo el grito unánime de “vivos se los llevaron, vivos los queremos” mexicanos residentes en el extranjero salieron a las calles de cuando menos 13 ciudades del mundo a expresar su repudio por la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y el asesinato de seis más cometidos en Iguala, Guerrero.

Las embajadas de México en Berlín, Alemania; Buenos Aires, Argentina y Londres, Inglaterra; así como los consulados mexicanos en San Francisco, Los Ángeles, Nueva York y Chicago, en Estados Unidos y Montreal en Canadá y las emblemáticas plazas de Sant Jaume en Barcelona y Puerta del Sol, en Madrid, además de los centros de Manchester y Bruselas fueron sede de manifestaciones en las que, sin excepción, se exigió al gobierno mexicano la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos y el esclarecimiento de los más de 20 cuerpos hallados en fosas clandestinas en Iguala.

“Hoy estamos aquí para trascender la indignación y el repudio y exigir al Estado mexicano la aparición inmediata con vida de los 43 estudiantes. ¡Exigimos justicia! Estamos frente a la peor masacre de estudiantes desde la ocurrida el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. Se trata de un crimen de Estado ante el que nadie se puede quedar callado”, señaló Sabina Morales ante el casi centenar de mexicanos y alemanes concentrados frente a las puertas de la embajada mexicana en Berlín.

La lluvia que durante toda la tarde de este miércoles cayó sobre la capital alemana no fue impedimento para que los manifestantes permanecieran durante más de una hora en el lugar y circularan en hojas impresas los rostros de cada uno de los estudiantes desaparecidos junto con veladoras encendidas.


Durante el acto, también se dio lectura a un pronunciamiento enviado desde México por distintas organizaciones de la sociedad civil y familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa, en el que afirman que tan sólo en los últimos dos años se han asesinado a 4 mil 397 personas en el estado de Guerrero.

En tanto, en Buenos Aires, medio centenar de jóvenes tapizaron con mantas alusivas al “terrorismo de Estado que reina en México” y con fotos impresas de los estudiantes desaparecidos la reja de seguridad instalada frente al edifico de la embajada mexicana.

“Solicitamos la solidaridad internacional para exigir al gobierno mexicano que esclarezca la responsabilidad de estos asesinatos y juzgue a todos los responsables. De igual manera, hasta no tener certeza de que los cuerpos encontrados en las fosas sean los de los estudiantes desaparecidos, exigiremos la presentación con vida de los 43. Despleguemos la solidaridad internacional en estos tiempos aciagos para los estudiantes mexicanos”, fue la petición.

En Madrid, por su parte, el contingente de alrededor de 40 personas marchó de la Plaza de Callao a la Puerta del Sol, en el centro de la capital española, portando pancartas para manifestar su repudio y exigir justicia por la desaparición de los normalistas.

En la concurrida Puerta del Sol leyeron un comunicado que califica a los hechos sucedidos en Guerrero como “un crimen de Estado” cometido en “un país donde la tortura, las desapariciones y las muertes violentas se han convertido en hechos cotidianos. Las víctimas son jóvenes estudiantes que, en el contexto de privaciones y pobreza de sus propias familias, luchan por la defensa de la educación pública en medio de las dificultades condiciones de las Escuelas Normales Rurales, objeto de acoso estatal y federal durante décadas”.

“La salvaje violencia policial ejercida contra los normalistas por apoderarse de tres autobuses y la intervención de sicarios junto a agentes municipales ponen al descubierto que Guerrero es campo de batalla de cuatro organizaciones criminales que, como este caso descubre, actúan con el gobierno”, denunciaron.

En la vanguardia de la manifestación los mexicanos que se solidarizaron en Madrid, llevaban una calavera blanca con la bandera de México y un cuchillo enterrado, y mostraban pancartas con lemas como “Justicia Ayotzinapa ¿Cuánta sangre más?”; “México país roto Ayotzinapa” y “Asesinados por protestar en México”, entre otros lemas.

En Londres, a pesar de la lluvia y el viento otoñal que sopló este miércoles 8, decenas de activistas se congregaron por la tarde afuera de la embajada mexicana en  donde desplegaron una enorme pancarta con la leyenda: “Ayotzinapa/ Mexican Narco-Government/ Disappeared 43 rural students and killed 6 people” (Ayotzinapa/ Narco gobierno mexicano/ 43 estudiantes rurales desaparecidos y seis personas muertas).

La embajada se encuentra a metros de las arterias comerciales de Regent Street y Oxford Street, como también de la exclusiva calle londinense New Bond Street.

El grupo London Mexico Solidarity, que convocó a la manifestación a través de la red Facebook, emitió un mensaje que destacaba: “Ante los recientes hechos de represión en contra de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, perpetrados por policías municipales desde el 26 de septiembre, desde Londres nos unimos a la demanda de las familias de presentación con vida de los estudiantes desaparecidos y juicio y castigo a los responsables”.

El pasado día 2 de octubre, los manifestantes también se reunieron frente a la embajada de México y entregaron una carta al jefe de la misión diplomática ante el Reino Unido, Diego Gómez Pickering, para que comunique al presidente Enrique Peña Nieto su preocupación por los ataques contra los normalistas de Guerrero.

“El gobierno para el que usted trabaja ha desestimado las desapariciones hablando de ‘personas no localizadas'; ha revictimizado a las familias y ha hecho esfuerzos insuficientes por cumplir con las obligaciones internacionales que ha adquirido en materia de desaparición forzada”, reclamaron en la misiva, en la que advirtieron que Peña Nieto se ha negado a recibir a madres de Ciudad Juárez, que se encuentran en huelga de hambre desde hace días.

Indicaron además que la primera desaparición forzada registrada en México ocurrió en 1969, precisamente en el estado de Guerrero, y agregaron que desde entonces “más de 600 personas han sido desaparecidas por motivos políticos”.

“Dicha impunidad ha permitido que en la actualidad más de 20 mil personas se encuentren desaparecidas en México, según cifras oficiales”, agregaron, al destacar que cada día que pasa sin que esos delitos sean juzgados y castigados, sin que se presente a los desaparecidos, “el Estado mexicano está violando los tratados internacionales que se ha comprometido a respetar”.

Calificaron también de “paradójico” que ante este contexto México “aspire a participar en misiones de paz, como recientemente anunció Peña Nieto”.

“¿Cómo puede participar en misiones de paz cuando dentro del país se atenta contra ella, se violan los derechos humanos y se garantiza la impunidad?”, se preguntaron en la carta, firmada por la Red de Solidaridad Zapatista del Reino Unido, integrada por el Colectivo de Aprendizaje y Enseñanza Zapatista Reino Unido, Colectivo Zapatista de

En Manchester y a pesar del mal clima, varios manifestantes mexicanos se congregaron en el centro de la ciudad mostrando fotos de los estudiantes desaparecidos, desplegando la bandera mexicana, y con carteles en los que se leía “Manchester con Ayotzlinapa” o “43 estudiantes desaparecidos. Exigimos Justicia!

En tanto, en el centro de Bruselas se dejaron escuchar consignas en español, inglés y francés de un grupo de doce mexicanos y europeos:  “En México la impunidad reina”, “Basta de impunidad y terror en México”,  “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

“¡Estamos con México!”, expresaban su apoyo los transeúntes a los manifestantes, algunos de los cuales no se aguantaron el llanto. “Fue un momento muy emotivo, muy fuerte: un jovencito tenía lágrimas en los ojos y decía que no entendía qué pasaba en México”, recuerda la artista mexicana Silvia Ábalos.


La concentración en el centro de la ciudad sede de las instituciones de la Unión Europea duró dos horas hasta entrada la noche.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN/ Yetlaneci Alcaraz, Alejandro Gutiérrez, Leonardo Boix y Marco Appel.

#SOSAYOTZINAPA. La marcha del rechazo al “narcogobierno”

MÉXICO, D.F. (apro).- Liderada por los familiares de los normalistas desaparecidos y asesinados durante la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, la marcha que se llevó a cabo hoy en la Ciudad de México bajo el lema “Todos somos Ayotzinapa” reunió a miles de personas.

Más de 107 organizaciones habían convocado a asistir a la movilización, entre agrupaciones estudiantiles, defensores de derechos humanos, activistas cívicos y movimientos políticos.

Del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo, las calles se llenaron de estudiantes, maestros y ciudadanos armados de carteles, en los cuales se podían leer mensajes de apoyo a los estudiantes de Ayotzinapa y de rechazo al gobierno, o bien se podía ver el emblemático mapa de México cubierto de un sinnúmero de cruces.

Amplias mantas, en las que aparecían las fotos y los nombres de los 43 estudiantes desaparecidos, abrían los cortejos de las escuelas normales rurales, todas presentes en el evento. “Narcogobierno, te los llevaste”, planteaba una de ellas.

“Tenemos fe en que nuestros familiares siguen de pie, que siguen vivos”, exhortó el padre de un estudiante desaparecido a través de un micrófono conectado a las grandes bocinas, instaladas encima del viejo autobús que abría la marcha.


Cuando se escucha, en voz de los normalistas de Ayotzinapa, la consigna “Por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina”, cobra tanto sentido como las antiguas fórmulas de protesta callejera sobre el asesinato de estudiantes que datan de los años sesenta.

En la marcha de repudio #todossomosayotzinapa, son ellos quienes encabezan el contingente apenas detrás de las familias de los 43 jóvenes desaparecidos.

Su aspecto es grave, severo. No llevan la alegría de otros jóvenes en edad universitaria que hoy salieron a marchar del Ángel de la Independencia al Zócalo para exigir la localización con vida y justicia por los 43 estudiantes desaparecidos, además de los tres estudiantes muertos y en total las seis personas que perdieron la vida en un ataque policial el viernes 26 de septiembre.

Si aquí se grita “Aguirre, farsante, reprimes estudiantes”, lo dicen porque en los últimos cuatro años han sabido de represión como pocos.

No llevan seguridad ni parecen tener organizadores visibles, pero son disciplinados. Marchan de seis en fondo, ubicados por años y al menos los mayores, que cursan el cuarto año, supieron de la redada policial que en 2011 cobró la vida de dos de sus compañeros.

Eso marcó a José Ángel Sánchez, estudiante de cuarto año, quien comparte: “Nosotros sabemos y entendemos la historia de lucha de la Normal y nos sentimos orgullosos”.

Unos días antes de la cargada policial contra estudiantes que realizaban un boteo en Iguala, otros estudiantes fueron replegados por la Policía Federal. Y el 7 de enero pasado, dos jóvenes fueron atropellados.

Esos boteos, observa, es la forma en que los estudiantes suplen la omisión del Estado: los jóvenes del 26 de septiembre, por ejemplo, hacían una colecta para sus prácticas docentes que se realizan en comunidades apartadas y pobres, pero para las cuales el gobierno no les da dinero.

Un año antes, el 7 de mayo de 2013, José Ángel resistió un operativo de la policía estatal mientras realizaban un boteo para un festival de las madres en Tixtla. Ese día detuvieron a 26 jóvenes que, a pesar de haber salido horas después, conservaron un recuerdo de la policía de Ángel Aguirre Rivero:

Golpeados en el rostro y en la cabeza; y en los brazos, las brasas de cigarrillos dejaron una marca indeleble.

Francisco Cruz marcha también. Pertenece al último año de la generación que sufrió la represión de 2011. Para él, ser estudiante en Guerrero, es ser satanizado, vivir aterrorizado, y está convencido de que al gobierno no le gusta la conciencia social en los estudiantes.

“En Acapulco asesinaron a dos estudiantes de la Universidad de Guerrero”, recuerda.

También es consciente de la historia de Ayotzi. Sabe que los han acusado de guerrilleros, de vándalos, de conflictivos….


“Pueden acusarnos de lo que sea, pero no somos asesinos, como sí lo es Ángel Aguirre Guerrero”.


Ausente, el SNTE

Una enorme lona roja cubre de acera a acera. Es portada por normalistas de…

–¿De qué normal vienen? –se le pregunta a uno de los que la cargan

–Hoy, todos somos Ayotzi –responde.

Esa idea es persistente y sólo es posible saber que están ahí si se les pregunta, las herederas de la tradición combativa de la Normal de Jiménez, Chihuahua; además, están los de una Normal de Aguascalientes, de Tabasco, de Veracruz, del Estado de México y de Oaxaca.

Flavio es uno de los jóvenes de la normal de Teposcolula, Oaxaca, que el 13 de septiembre fue desalojado junto con sus maestros miembros de la CNTE, del Zócalo capitalino. Hoy ha venido de nueva cuenta a recorrer las mismas calles, la misma plancha y a gritar las mismas consignas, pero esta vez en solidaridad con los normalistas de Ayotzi.

El 21 de marzo pasado, los normalistas oaxaqueños de Teposcolula, Tamazulapan y Tenería fueron reprimidos por la policía en Oaxaca capital. Ciento sesenta jóvenes estudiantes fueron encarcelados y, aunque al parecer están ahora libres de todo proceso, la memoria de la represión se sigue acumulando en su anecdotario.

“Ayotzi somos todos”, gritaron a su vez los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), puños hacia arriba. Están los miembros de la Uprez, cuyos dirigentes fueron encarcelados en 2013; están los de la SEI, que denuncian la pesquisa judicial que mantiene preso a Óscar Hernández Neri, fundador de escuelas populares en el Estado de México.

No está el SNTE.

Sobre las banquetas, la multitud aplaudió a los estudiantes y mostró claras señales de solidaridad. “¡Únanse!”, gritó un manifestante en la Alameda. “Hoy no, pero ¡convocan para la próxima!”, le contestó un señor vestido de traje.

“Ayotzi vive, la lucha sigue y sigue”, se adapta el grito zapatista.

Las primeras comitivas arribaron al Zócalo a las seis de la tarde. Se acomodaron como pudieron alrededor de las voluminosas carpas blancas que ocupan actualmente la plaza para escuchar a los integrantes que se sucedieron en el templete.

Terminaba de hablar el último de los oradores, cuando el último contingente, el Frente Oriente, apenas llegaba al Hemiciclo a Juárez. La columna, interminable, no alcanzaría a escuchar los testimonios de las familias de los estudiantes ausentes ni las de sus compañeros de estudios, ni las de las organizaciones sociales ni de los solidarios que se apersonaron.

Cuando está a punto de terminar la concentración, un “huélum…” resonó por Francisco I. Madero, pero el grito de batalla era indistinguible hasta el templete que, por lo demás, tampoco alcanzaba a llegar a los miles de participantes que se enfrascan en una “guerra consignas”, cantos de protesta y discursos individuales, cubriendo casi por completo el arroyo vehicular circundante al Zócalo.

Cuando los organizadores empiezan a bajar del templete, un integrante del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) no pierde oportunidad y toma la palabra. Sólo responden a sus consignas y a su arenga sus compañeros sindicalistas, mientras que un tumulto empieza abrirse paso entre la muchedumbre ubicada frente al Palacio del Ayuntamiento.

Ante la ausencia de policías, la marcha se había desarrollado sin incidentes ni violencia hasta que Cuauhtémoc Cárdenas, el “líder moral” del PRD, apareció entre la masa con la intención de subirse al templete. Mientras avanzaba, el tres veces candidato presidencial de la izquierda parlamentaria recibió insultos y proyectiles.

Bajo gritos de “gobierno asesino” y “traidor”, se desvió del camino hacia el templete, seguido por decenas de personas quienes le agredieron hasta que se subió a un carro, que arrancó y desapareció a toda velocidad.

El mensaje era claro y se expresó en un coro que mantuvo bajo ataque a lo largo de cuatro cuadras a Cárdenas –paradójicamente, hijo del presidente que fundó las normales rurales–, y que esta vez personificó el repudio contra el partido que habría fundado a finales de los ochenta y contra la clase política:


“Ni PRI, ni PAN ni PRD”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: 

“Pedimos educación y nos responden con balas”, acusan normalistas

MÉXICO, D.F. (apro).- En un mitin al que asistieron miles de personas, familiares y estudiantes de Ayotzinapa, exigieron la presentación con vida de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” que se llevó la policía municipal de Iguala el viernes 26 de septiembre.

“Queremos resultados, no palabras. Que intervengan las autoridades competentes para que encuentren a nuestros compañeros, como lo piden los familiares”, expresó uno de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en el mitin que se realizó a un costado de Palacio Nacional.

Desde que la marcha arrancó, al filo de las cuatro de la tarde en el Ángel de la Independencia, los ánimos ya estaban encendidos entre los asistentes que gritaban “asesinos” en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto, del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca.

Durante casi dos horas que duró la caminata a la que asistieron estudiantes de todas las escuelas de educación superior, campesinos, trabajadores y organizaciones de derechos humanos y de víctimas de la guerra contra el narcotráfico, las consignas estaban llenas de rencor en contra de todos los partidos políticos y los tres niveles de gobierno.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, fue la consigna con la que arrancó la protesta que a la vanguardia tuvo siempre a familiares de los estudiantes desaparecidos por la policía de Iguala y alumnos de la Normal de Ayotzinapa.

Luego comenzaron a cambiar los gritos y protestas alcanzando los niveles de repudio a toda la clase política.

Los contingentes más visibles eran de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, a la que pertenecen los alumnos de Ayotzinapa, y las 16 normales rurales del país, además de la UNAM, el IPN, la UAM y de los campesinos de Atenco.

Pero en el curso de la marcha se fueron sumando organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, del Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad, encabezada por Javier Sicilia, y personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, Adolfo Gilly y Salvador Nava hijo quienes, al final del mitin, fueron repudiados por una turba que les aventó botellas de agua, basura y otros objetos.

Los gritos de protesta y las pancartas de “narcos y políticos son lo mismo” denotaban la rabia en contra del gobernador Ángel Aguirre Rivero y del edil de Iguala, José Luis Abarca, ambos del PRD, a quienes no dejaron de calificar como “asesinos”.

Una vez que llegaron al Zócalo ocupado por las carpas de la Feria del Libro, los miles de asistentes ocuparon las calles aledañas y los familiares de los estudiantes desaparecidos subieron al templete que se levantó a un costado de Palacio Nacional.


Ahí, los estudiantes de Ayotzinapa manifestaron que no se rendirán hasta encontrar a sus compañeros desaparecidos.

“No nos rendimos, nos sostendremos. Nuestra lucha es por una educación y eso no es un pecado. Si por eso el Estado nos ve como enemigos no nos importa, nos mantenemos de pie”, dijo uno de los estudiantes.

Otro de ellos, que logró escapar del ataque armado, espetó: “Lo que pasó el 26 y 27 fue terrorífico. Nuestros ojos y mentes no son capaces de revivir. Queremos hacer énfasis que no es cierto lo que dice el gobierno que fue el narcotráfico. Fueron los policías del municipio los que se los llevaron. Ángel Aguirre Rivero y José Luis Abarca son los asesinos”.

Acusó que en Guerrero se vive “un estado ingobernable”, porque no hay autoridades que funcionen y ni siquiera han podido encontrar a sus compañeros.

“Somos estudiantes que sólo exigimos educación y eso no lo ven. Pedimos educación y nos responden con balas. Si somos los enemigos, ¿a qué estamos jugando? Ahora el Estado se quiere deslindar y lavarse las manos diciendo que es el narco. Llamamos a la desobediencia civil”, manifestó otro de los estudiantes.

El padre de uno de los jóvenes desaparecidos dijo que están indignados y con rabia porque atacaron a sus hijos cuando estaban haciendo labores de rutina para mantener sus gastos.

“No es posible que se derrame sangre, ni justo que sea ataque a los estudiantes. Le decimos al gobierno que ellos tienen a los normalistas y nos los tienen que regresar. Que no se laven las manos al crimen organizado. Fueron policías municipales y el gobierno municipal los que ordenaron”, acusó nuevamente.

Otro padre de familia dijo que sus hijos no estaban haciendo nada ilegal, ni cometiendo un delito como para que se los llevara la policía. “Sólo querían estudiar. Ese era su sueño”, expresó con un tono de tristeza y rabia.

Otro padre más de un estudiante originario de Tixtla pidió no decir que sus hijos ya están muertos, sino que sigan las investigaciones pero con gente especializada. Y manifestó que si Peña Nieto tiene autoridad, que la aplique y presente de inmediato a sus hijos desaparecidos.

Al final del mitin, el actor Daniel Giménez Cacho y el cantante del grupo Café Tacuba, Rubén Albarrán, leyeron una carta dirigida al gobierno en la que pidieron la presentación con vida de los 43 normalistas.


Exigieron también protocolos coordinados entre las autoridades, el envío a Iguala de antropólogos forenses especializados y el enjuiciamiento y castigo a los responsables de “un crimen de Estado cometido por policías y funcionarios”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: J. GIL OLMOS, A. RODRÍGUEZ Y M. TOURLIERE

En México no importan

Human Rights Watch criticó a EPN; el grupo señaló que su Gobierno no le da importancia a los derechos humanos.

El caso de Iguala está resonando alrededor del mundo; y ahora, a causa de las fuertes declaraciones de la organización Human Rights Watch (HRW), gran parte de la presión por esclarecer ese y miles de otros casos se centra en el Gobierno federal. 

Y es que a raíz de la desaparición de 43 estudiantes el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, la organización pro derechos humanos denunció ayer que desde 2006 hasta abril de 2014 en México han desaparecido 22 mil 300 personas sin que nadie haya sido condenado en relación con estos hechos.

‘Torpe manejo’

José Miguel Vivanco, director de HRW para las Américas, señaló que el torpe manejo dado por el presidente Enrique Peña Nieto al caso de Iguala simplemente refleja la escasa importancia que su Gobierno otorga al tema de derechos humanos pese a un discurso que sugiere lo contrario. 

Vivanco reprochó que Peña Nieto tardara cuatro días para pronunciarse sobre Iguala y para atribuirle la responsabilidad a las autoridades locales. 


“Iguala está a menos de 200 kilómetros de la capital, tres horas en carro. No hay excusa (para tal retraso)”, señaló el experto en derechos humanos.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: REDACCIÓN.

‘Los policías seguían ahí’

Uno de los sobrevivientes al ataque de municipales en Iguala relata la estremecedora historia que tiene al país con el aliento contenido. En Guerrero aún hay 43 normalistas desaparecidos y ningún responsable en la cárcel.

“Chalma” es de Tijuana, pero es uno de los protagonistas centrales, testigo y sobreviviente de la masacre de normalistas de Iguala.

El joven de 22 años proporcionó a las autoridades un relato estrujante de la muerte de uno de sus compañeros asesinado por la Policía Ministerial:

“Vi que por el orificio le brota un chorro de sangre en la cabeza. Lo que hice fue acercarme y tratar de taparle el orificio. Los policías seguían ahí accionando sus armas para que nos quitáramos”.

Pasaron al menos dos horas, cuenta “Chalma”. Cada vez que se asomaban detrás del autobús para intentar ayudar, los uniformados volvían a disparar.

“Me acerqué al compañero para ver si todavía tenía señas vitales o ya había fallecido, y el compañero todavía mostraba reacción en su cuerpo, porque medio temblaba. Y ahí volví a acércame al compañero, le puse mi playera en el cráneo donde estaba sangrándose”, recuerda.

La noche que llegaron a Iguala en los autobuses, “Chalma” fue uno de los más aguerridos. En el Zócalo de Iguala, minutos después de que terminara el informe de María de los Ángeles Pineda, la esposa del alcalde de la ciudad, los policías los rodearon.

 “Para detener la acción de los policías tuve un pequeño jaloneo con el uniformado, agarre lo que fue la culata del rifle y me amenazó que si no lo soltaba iba a dispara contra nosotros y siguió el jaloneo. Lo tomé por la espalda y empecé a jalar el rifle, solo veía que era gordo y moreno.

 “Disparó su arma en ráfaga, primero hacia el suelo y luego la levantó y disparó contra mis compañeros como a una distancia de un metro”, relata el estudiante.

Luego de ese jaloneo, los jóvenes subieron nuevamente a los autobuses y avanzaron. En el trayecto, los municipales siguieron disparando, eran como diez patrullas. “Chalma” asegura que  alcanzó a distinguir que todas decían Policía Municipal.

“Seguimos avanzando con las llantas ponchadas y casi al llegar a la carretera atravesaron una patrulla y se bajaron, se pusieron del otro lado a unos veinte metros y empezaron a apuntar sus armas”.

Al ver a los uniformados listos para disparar, muchos de los normalistas se bajaron para empujar y retirar la patrulla que habían atravesado para impedir el paso.

“Nos bajamos y rodeamos a los policías, porque del tercer autobús tenían rodeados a los compañeros. Me puse atrás de un policía municipal, el cual ya había cortado cartucho y estaba apuntando sus armas, disparaban y en eso observamos que a los del tercer autobús los estaban bajando los municipales, los tenían sometidos, eran como diecisiete o dieciocho, y policías eran alrededor de sesenta o más”, detalla.

A muchos los tuvieron un rato en el suelo y ya había más normalistas heridos. A “Chalma” y otro grupo de 25 normalistas los quisieron convencer para que se entregaran, a los otros que bajaron del autobús se los llevaron con rumbo desconocido.

Al poco rato llegaron más policías, al menos seis patrullas, de las cuales bajaron seis uniformados bien equipados. Traían perchera, rodilleras, cascos, coderas y pasamontañas, describe.

La patrulla que distinguió “Chalma” traía un aditamento para ametralladora, desde donde un policía se mantuvo encañonándolos.

Pasó una hora más para que los elementos de seguridad se retiraran del lugar. Hasta ese punto, empezaron a llegar en carros particulares otros alumnos del Centro Regional de Educación Normal (CREN) de Iguala, así como otros de Ayotzinapa.

Los autobuses estaban llenos de sangre. Los cristales rotos. En su interior había balas percutidas.

“Los policías desde donde nos estaban disparando recogían los casquillos”.

Al cabo de una hora, nuevas ráfagas se escucharon.

Unos se tiraron al piso. Otros comenzaron a correr y colocaron detrás de los autobuses para cubrirse, dice “Chalma”.

Ahí, otro estudiante recibió un balazo en la boca. Sus amigos lo llevaron a un laboratorio cercano. Hasta allá llegaron los militares.

‘Nos dijo que tuviéramos huevos’

Dos unidades del Ejército llegaron al laboratorio donde estaba uno de los estudiantes heridos. Los elementos pidieron que abrieran la puerta. El que iba a cargo de esas unidades preguntó si eran los ayotzinapos.

Los estudiantes pidieron ayuda para su compañero que se estaba desangrando.

“Nos dijo que tuviéramos huevos para enfrentarlo como así hacíamos nuestro desmadre”, relata “Chalma”.

Los militares catearon toda la clínica y obligaron a los estudiantes a que se sentaran en la sala de espera. 

Les ordenaron que se levantaran las playeras y vaciaran sus pertenencias. Buscaban armas.

El Ejército solo los revisó. No los detuvo ni los resguardó.

Dijeron que mandarían a la Policía Municipal a que los recogiera, pues les habían reportado dos cuerpos en la carretera.

Ante el riesgo de que los municipales fueran por ellos, los estudiantes dejaron a su amigo herido en la clínica para que lo atendieran, el resto, un grupo de aproximadamente 25 estudiantes, caminó con rumbo desconocido

“Llegamos a una casa y nos dieron asilo a todos para pasar la noche, eran aproximadamente las dos de la mañana del 27 de septiembre. Al despertar, como a las cinco, nos dijeron que nos saliéramos, ya que estaban afuera unidades de policía de la Procuraduría”, dice.

Él y otros dos compañeros que no querían estar en las oficinas de la Policía decidieron salir con personal de la Ministerial a buscar al resto de los estudiantes de la Normal que seguían desaparecidos.


“Nos dijeron que ahí no habían llevado a nadie y nosotros les dijimos que nos entregaran a nuestros compañeros desaparecidos que se llevaron en sus patrullas.

“Esto fue como seis de la mañana, habían pasado cinco horas a partir de que se los habían llevado y los trabajadores de la Procuraduría les pedían a los municipales que les entregaran las listas de los elementos que estaban en labores, les pidieron los informes de las patrullas que participaron”, recuerda.

En ese momento “Chalma” reclamó que la patrulla 302 se había llevado al compañero enfermo de los pulmones. Le dijeron que esa unidad no pertenece a la corporación.

“Chalma” es uno de los normalistas que fue encapuchado para reconocer a los elementos municipales que participaron en la agresión.

¿Por qué estaban en Iguala?

Han pasado 13 días desde aquella noche en Iguala cuando los normalistas fueron atacados por elementos de la Policía Municipal. Hasta el momento no hay culpables y ni siquiera está claro cómo fue qué todo sucedió.

Aquí algunas versiones:

> Un informe del Cisen detalla que Guadalupe Pineda Villa, esposa del alcalde de Iguala y presidenta del DIF, ordenó al director de Seguridad Pública Municipal detener la movilización de los estudiantes porque pretendían trasladarse al zócalo y “reventar” su informe de labores.

> Declaraciones de estudiantes y medios locales señalaron que los jóvenes había ido a ese municipio a recabar fondos para financiar una marcha del 2 de octubre, en el 46 aniversario de la masacre de estudiantes de Tlatelolco, México.


> En entrevista con Adela Micha, Marcos estudiante de la Normal de Ayotzinapa, señaló que se dirigían a hacer actividades de boteo por que iba a llegar un contingente grande a su escuela y necesitaban recibir a la gente.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, clamor nacional

MÉXICO, D.F. (apro).- Movidos por la indignación, miles de mexicanos salieron este miércoles a las principales plazas del país para exigir a las autoridades federales justicia por los muertos de Iguala y la aparición con vida de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

Maestros, estudiantes, activistas, padres de familia de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Chiapas, Durango, Quintana Roo, Aguascalientes, Zacatecas, Jalisco, Morelos, Monterrey, Guanajuato, Chihuahua, Campeche y Querétaro inundaron las plazas principales, bloquearon carreteras, tomaron refinerías, aeropuertos, autopistas, comercios y dependencias estatales y federales, para repudiar la violencia que azota al país.

En todas las marchas, los manifestantes portaron cartulinas con los rostros y nombres de los estudiantes de la Escuela Normal “Isidro Burgos” y gritaron el mismo lema: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

En Guerrero, epicentro de la narcoviolencia hoy en día, las manifestaciones empezaron alrededor de la una de la tarde. Desde Acapulco, distintos grupos sociales se concentraron en la autopista Del Sol con destino al Parador del Marqués. Algunos hicieron pintas en los muros de contención “Porque el color de la sangre jamás se olvida” y “Los masacrados serán vengados”.

Los estudiantes dibujaron siluetas humanas simulando a sus compañeros asesinados. En esa marcha participaron damnificados por la tormenta tropical Manuel, sindicalistas, universitarios y miembros de la CRAC.

Sobre la misma autopista, pero a la altura de Chilpancingo, madres y padres de los normalistas desaparecidos exigieron la renuncia del gobernador Ángel Aguirre. Participaron habitantes de la Costa Chica, Costa Alta, La Montaña y Tierra Caliente. A las calles de la capital también llegaron estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).

Alumnos uniformados de la Preparatoria 29, en el municipio de Tixtla –donde nacieron algunos normalistas desaparecidos–, exigieron el alto “a la represión de los movimientos sociales en Guerrero”. En Tlapa, anarquistas saquearon e incendiaron parte de la sede del ayuntamiento.

En Michoacán hubo protestas en Lázaro Cárdenas y Morelia, encabezadas por maestros de la CNTE y estudiantes campesinos que bloquearon las carreteras en la costera en la autopista Siglo XXI.

A Morelia llegaron miembros de El Barzón y la Unión Campesina Democrática, quienes exigieron audiencia con el gobernador, una mesa de diálogo con productores de maíz y alto a los incrementos de gasolina y diesel.

Maestros de la Sección 22 del SNTE en Oaxaca suspendieron clases en todo el estado para realizar bloqueos, tomas de oficinas y cierre de plazas comerciales.

El vocero de esa sección, Mohamed Otaqui Toledo, informó que bloquearon durante 10 horas el aeropuerto internacional de esta capital, la refinería “Antonio Dovalí Jaime” en Salina Cruz y la estación de distribución de Petróleos Mexicanos en Valles Centrales, así como las instalaciones de la PGR y plazas comerciales con la misma exigencia: “Alto al terrorismo de Estado”.

En Veracruz, estudiantes de la Unidad de Humanidades de la Universidad del estado tomaron las instalaciones desde las primeras horas y anunciaron que el paro de labores por 48 horas.


Puebla vio a cientos de estudiantes encabezados por alumnas de la escuela Normal Rural de Teteles que partieron de la Ciudad Universitaria hacia el zócalo de la ciudad.

Zapatistas se solidarizan

Unos 20 mil indígenas, entre milicianos y bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), realizaron una mega marcha silenciosa en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa, Guerrrero.

Con las consignas “Su dolor es nuestro dolor”, “No están solos” y “Su rabia es nuestra” y sus pasamontañas y paliacates, llegaron a San Cristóbal de las Casas desde los cinco Caracoles que aglutinan las Juntas de Buen Gobierno.

Choles, tsotsiles, tseltales y tojolabales, algunos viajaron hasta 12 horas. Entre los mandos zapatistas iba, con radio de comunicación en mano, el Comandante Tacho, miembro de la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CG-CCRI).

Las movilizaciones también se hicieron en Tuxtla Gutiérrez, Palenque, Comitán, Tapachula, Motozintla y otras ciudades chiapanecas en compañía de unos 45 mil maestros de la CNTE. Se unieron normalistas de la escuela Jacinto Canek, la Facultad de Ciencias Sociales, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), la Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ) y otras organizaciones sociales.

En Durango, alrededor de 400 estudiantes de la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera caminaron por las principales calles de la ciudad. Las oficinas del gobierno estatal cerraron sus puertas para evitar que los manifestantes ingresaran a ellas.

Frente al Monumento al Estudiante, en Cancún, Quintana Roo, alumnos de diversas instituciones participaron en la protesta. Ahí, Teresa Carmona Lugo, quien perdió un hijo estudiante en la Ciudad de México en 2010, enlistó a los 43 normalistas desaparecidos.

Militantes del PRD se sumaron a la protesta que recorrió las principales calles del centro de la ciudad. En Felipe Carrillo Puerto fue la mayor concentración con unas 300 personas, quienes aprovecharon la oportunidad para exigir la libertad de presos políticos acusados de sabotaje por protestar contra el aumento de la tarifas de agua potable.

En Aguascalientes, unas 500 personas en su mayoría de la Normal Rural femenil de Cañada Honda y de la Escuela Normal de Educación Física de Rincón de Romos, marcharon desde la glorieta del Quijote hasta la explanada de la Plaza de la Patria.

Maestros y estudiantes de la escuela normal Manuel Ávila Camacho de Zacatecas –la más antigua del país– realizaron sus actividades normales, aunque “bajo protesta”. Colgaron una manta en la parte frontal de la institución en la acusaron que lo sucedido en Guerrero es “uno de los hechos más lamentables de los últimos tiempos en contra de la juventud estudiosa de nuestro país”.

Integrantes de la comunidad Indígena Sergio Barrios, en Tlajomulco, Jalisco, exigieron al gobierno federal esclarecer el crimen y aplicar la ley contra los culpables de la desaparición de los estudiantes.

Normalistas de Cuautla y Amilcingo, además de habitantes de las comunidades de Ahuehueyo, Tenextepango, Huesca, Jantetelco y Tepoztlán, y estudiantes de la UAEM en Morelos, marcharon desde la universidad a la Plaza de Armas Emiliano Zapata, en Cuernavaca.

Unos 200 ciudadanos en apoyo a los derechos humanos y madres del Grupo Amores –que buscan a sus hijos desaparecidos en Nuevo León–, se manifestaron frente al palacio de gobierno. Ahí desplegaron una manta que decía: “Desaparecidos, ¿dónde están? ¡Justicia!”, mientras que otros alzaron pancartas que denunciaban: “Están desapareciendo la juventud de México”.

En el mismo día de la inauguración del Festival Internacional Cervantino y ante turistas extranjeros, en Guanajuato alrededor de mil estudiantes y maestros de distintas escuelas y facultades, principalmente de la Universidad estatal y representantes de Amnistía Internacional marcharon desde el edificio central de la Universidad, pasaron por el Teatro Juárez y se concentraron alrededor del monumento a la Paz.

Ahí soltaron globos blancos mientras nombraban a cada uno de los estudiantes desaparecidos en Guerrero. “¿Por qué, por qué, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina?”, corearon. “¡Gobierno fascista, que mata normalistas!” y “¡Peña, farsante, que matas estudiantes!”, repetían.

En Chihuahua, alrededor de dos mil habitantes marcharon en Ciudad Juárez y Camargo y Jiménez. En la capital, estudiantes de las normales rurales de Salaices y Saucillo encabezaron la manifestación, acompañados de defensores de derechos humanos, estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, familias y organizaciones  civiles.

“No estamos contra nadie, estamos por el bien de todos, por la defensa del normalismo rural, de estudiantes y de los derechos del pueblo”, gritaron.

En Juárez, se sumaron 26 organizaciones defensoras de derechos humanos, 30 académicos y 10 promotores culturales para enviar un mensaje de fuerza a los padres de familia de los jóvenes desaparecidos.

“Pese a que en Ciudad Juárez y en el estado de Chihuahua conocemos de cerca el dolor y la tragedia que ha traído consigo la indolencia, avaricia, y torpeza de las autoridades municipales, estatales y federales, el horror que atestiguamos en Guerrero nos indigna profundamente”, dijeron.

Estudiantes de la Escuela Normal Rural de Hecelchakán Justo Sierra Méndez, en Campeche, se concentraron en el parque principal y caminaron por el Circuito Baluartes. En el Palacio de Gobierno depositaron veladoras y pancartas con las fotos de los 43 normalistas.

Con el apoyo de representantes de organizaciones civiles, maestros de la CNTE e integrantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), corearon: “Aytozi vive, la lucha sigue”, “Verde olivo, tu asesinato compañero será vengado”.

Los oradores recordaron los asesinatos de Tlatelolco y Acteal, así como los ataques del gobierno a los normalistas y exigieron un alto al terrorismo de Estado.

En Yucatán, unos 600 manifestantes, entre ellos maestros disidentes se concentraron en la Plaza Grande y en el Paseo de Montejo. Nicolás Peraza González, del Colectivo Rebelde, lamentó que tengan que suceder matanzas como la de Ayotzinapa para que la ciudadanía salga a las calles.

“Lo que estamos viviendo compañeros es solamente una parte de la política que el gobierno de Enrique Peña Nieto y de todos los de atrás, ya sean priistas o panistas, han venido haciendo”, dijo. “Dejamos que se corrompa la policía, permitimos que se corrompan los políticos que deciden nuestra vida, hemos permitido que se corrompa el ejército y ahora estamos pagando las consecuencias”, agregó.

En Querétaro, miles de normalistas y universitarios se organizaron en tres contingentes que partieron de la explana de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), del sur de la ciudad y del crucero de la avenida Universidad y Corregidora. Todos llegaron hasta el Palacio de Gobierno y a las afueras del Congreso del Estado. Ahí colocaron veladoras, leyeron los nombres de los 43 normalistas desaparecidos y aseguraron:

“Ayotzinapa nos duele como nos duele todo México, los crímenes que se han cometido contra los normalistas no pueden quedar impunes, los 43 normalistas desaparecidos deben ser encontrados vivos y a la brevedad”.


Participaron familiares de personas desaparecidas de Querétaro, quienes lamentaron la indolencia de las autoridades locales para buscar a sus seres queridos.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN/ Francisco Castellanos, Pedro Matías, Verónica Espinosa, Luciano Campos, Isaín Mandujano, Sergio Caballero, Patricia Mayorga, Rosa Santana y Eric Pacheco.

Los nuevos escuadrones de la muerte y sus parapolíticos

MÉXICO, D.F. (apro).- Las dictaduras militares latinoamericanas y el régimen autoritario del PRI del siglo pasado se valieron de los escuadrones de la muerte para acabar con sus opositores políticos.

Se trataba de grupos auspiciados y entrenados por agentes del Estado, civiles y militares, cuya tarea era exterminar a quienes consideraban como enemigos en su cruzada anticomunista, durante la era de la Guerra Fría.

En México, el Ejército y los civiles en el poder no fueron ajenos a esa persecución y se valieron también de la guerra sucia para acabar contra quienes habían optado por la oposición armada, aunque no sólo contra ellos. Los Halcones y La Brigada Blanca fueron dos de los grupos paramilitares creados para la defensa del régimen del PRI.

Fue una guerra sucia porque para combatirlos violaron cuanto pudieron, tanto las leyes nacionales como los principios internacionales de los conflictos. Sus métodos eran la tortura, la violación, las detenciones sin orden judicial y las ejecuciones de forma sumaria. Se cuentan por miles los detenidos desaparecidos.

Ninguno de los responsables de esos crímenes entre la década de lo sesenta y entrados los años ochenta fue castigado en nuestro país, dejando un mensaje de impunidad como impronta. Ni los jefes de esos grupos ni los militares fueron castigados. Muchos menos su jefatura política. Eran los políticos los que mandaban, los que usaban y controlaban esos aparatos.

Con el fin de la Guerra Fría, despojados de ideología, los políticos se volvieron pragmáticos. El poder político dejó de ser una disputa ideológica y el Estado se convirtió en un mero regulador del mercado. Los países se convirtieron en mercados, los pueblos en consumidores y los políticos en piezas de la oferta y la demanda.

En el mercado ilegal de las drogas, los políticos también han ido definiendo su rol. Primero empezaron a controlar a las bandas que disputaban el trasiego, participando en las ganancias. Jefes militares no han sido ajenos a esos arreglos.

Luego, también a cambio de dinero, los jefes políticos cedieron el control de la policía. Después abrieron las puertas de los ayuntamientos y en el caso de no pocos presidentes municipales acabaron siendo impuestos por la delincuencia organizada.

Fue un proceso similar al ocurrido en la relación de los narcotraficantes mexicanos con los colombianos. De meros transportistas de cocaína, los mexicanos acabaron controlando los cargamentos que salen de Colombia hacia Estados Unidos.

Del control policial y municipal por parte de la delincuencia, ya sólo hay un paso para llegar al Congreso local.

Ejemplos sobran. De ahí a las gubernaturas y al Congreso de la Unión, otro paso más. Los ejecutivos estatales y el federal tampoco han sido ajenos a esa degradación institucional que está dando lugar a un Estado mafioso.

Sólo la hipocresía explica las confrontaciones verbales de la clase política por la matanza de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, a manos de una nueva clase de escuadrones de la muerte, que lo mismo actúa para el control territorial y distribución de drogas, que para acabar con los opositores de sus integrantes –ya no sólo protectores– políticos.

No hay partido político en México que desde hace lustros no haya servido a la delincuencia organizada. Gobernadores del PRI, diputados del PAN, presidentes municipales del PRD, algunos representantes del Verde, del PT y otros lo demuestran. Las siglas y cargos se pueden intercambiar y el resultado es el mismo.

Pocos han sido los políticos procesados penalmente, algunos son investigados en Estados Unidos, alguno ha muerto en enfrentamientos con el Ejército, unos más están prófugos y un número creciente ha sido asesinado o sufrido atentados, como reflejo de la inestabilidad del mercado al que han decidido entrar.

Guerrero fue el centro de la guerra sucia en México en los años sesenta y hasta entrados los años ochenta. Ahora lo es de ese nuevo tipo de escuadrones de la muerte en el que los políticos han creado una zona gris con la delincuencia organizada, en la que los poderes formales se han fundido con el poder ilegal.

Eso explica que policías municipales de Iguala hayan subido a sus patrullas a los jóvenes normalistas de Ayotzinapa y los hayan entregado al grupo delictivo de Los Guerreros Unidos, según la versión oficial, a petición de la administración del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, a quien la autoridad identifica como miembro de esa organización delictiva.

Son los nuevos escuadrones de la muerte que actúan a la par y junto a los políticos. La ecuación se ha invertido: los parapolíticos al servicio de la violencia.

La matanza de estudiantes en Tlatelolco a manos de militares radicalizó la oposición al régimen al PRI. La masacre de 22 civiles en Tlatlaya en una acción del Ejército y la desaparición de 43 normalistas en Iguala también pueden ser el preludio de una nueva etapa de violencia.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JORGE CARRASCO ARAIZAGA.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Gobierno obstaculiza trabajo de forenses argentinos en caso de normalistas desaparecidos, denuncian familiares

Desde el lunes, peritos argentinos se encuentran recabando pruebas de ADN de los familiares de los jóvenes desaparecidos; sin embargo, la Procuraduría General de Justicia de Guerrero y la Procuraduría General de la República (PGR) han obstaculizado su labor, pues no se les ha permitido que accedan al análisis de los cuerpos hallados en fosas clandestinas de Iguala para descartar que se traten de los normalistas.

Familiares de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa desaparecidos el pasado 26 y 27 de septiembre acusaron al gobierno Federal y estatal de obstaculizar la integración del equipo de antropólogos forenses argentinos a las investigaciones que se llevan a cabo en Iguala, Guerrero.

Desde el lunes, peritos argentinos se encuentran recabando pruebas de ADN de los familiares de los jóvenes desaparecidos; sin embargo, la Procuraduría General de Justicia de Guerrero y la Procuraduría General de la República (PGR) han obstaculizado su labor, pues no se les ha permitido que accedan al análisis de los cuerpos hallados en fosas clandestinas de Iguala para descartar que se traten de los normalistas.

En conferencia de prensa, Melitón Ortega, padre de Mauricio Ortega, expresó su desconfianza en las investigaciones oficiales, toda vez que “el gobierno está coludido”, pues quienes atentaron contra los jóvenes “no fueron narcos, fue la policía”. Por ello exigieron a los dos niveles de gobierno, federal y estatal, que otorguen las facilidades necesarias al equipo extranjero.

Omar García, integrante del comité ejecutivo estudiantil de la normal de Ayotzinapa y sobreviviente del ataque, aseguró que las acciones llevadas a cabo hasta el momento por parte del gobierno federal y estatal es una “pantomima de búsqueda” y que a 13 días de la desaparición “no estamos para jueguitos”.

De acuerdo con la abogada del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, Maribel González, aunque la PGR atrajo la investigación del caso no hay claridad sobre su intervención en la búsqueda y resguardo de las pruebas periciales, pues la procuraduría estatal aún está investigando. Incluso, ambas autoridades realizan por separado las mismas diligencias, como la toma de muestras de ADN de los familiares.

Insistió en que el gobierno federal pretende desviar la atención al señalar como responsables a miembros del crimen organizado; sin embargo, se trata de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales cometidas por autoridades municipales y, por tanto, el Estado Mexicano debe asumir su responsabilidad.

En tanto, Amnistía Internacional (AI) capítulo México, solicitó las medidas de protección para los sobrevivientes y familiares de los desaparecidos, toda vez que han sido hostigados en los últimos días por personas que se presentan en sus casas y dan información falsa sobre la localización de los jóvenes.

Perseo Quiroz, director de AI en nuestro país, pidió que el presidente Enrique Peña Nieto acelere la investigación sobre lo ocurrido y que no sean “solo declaraciones”. Además, que el Estado Mexicano repare el daño a las víctimas y garantice la “no repetición”.

Agresión militar

Según Omar García, tras la segunda agresión, ocurrida en la madrugada del 27 de septiembre, se presentaron militares pero no para auxiliarlos, sino para detenerlos por el supuesto delito de allanamiento de morada.

García relató que los militares los amagaron y les quitaron sus celulares y en algún momento intentaron subirlos a los vehículos oficiales, pero desistieron al ver la gravedad de Edgar Andrés Vargas, que minutos antes había recibido un impacto de bala en la cara.


“Les dijimos que nos ayudaran a llevar al compañero al hospital, que en cualquier guerra se atiende a los heridos, aunque esta no era una guerra”, dijo Omar. Sin embargo, los uniformados ignoraron la petición y en cambio se burlaron de lo ocurrido.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.