Extraoficialmente se supo que tres de ellos eran taxistas, dos de los cuales conducían las unidades 5219 y 619, con sitio en Coatzacoalcos, y otro más manejaba una unidad del municipio vecino de Minatitlán.
Según vecinos, un comando abrió fuego contra las cinco personas sin mediar palabra, y luego huyeron con rumbo desconocido, dejando casi medio centenar de casquillos percutidos en la escena del crimen.