La Asociación de Vida Silvestre de Texas (TWA), que agrupa a miles de propietarios de tierras, anunció su rechazo a la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, al temer la expropiación de sus terrenos y el deterioro medioambiental y silvestre, entre otras irregularidades.
“A la TWA le preocupa que una barrera física a lo largo de la frontera de Texas con México, resulte en una condena sustancial de la propiedad privada por dominio eminente”, indicó la asociación que agrupa a unos 10 mil propietarios de tierras, que poseen unas 16 millones de hectáreas de ranchos y terrenos de arrendamientos de caza.