Los dos cartuchos de gas lacrimógeno lanzados por los policías provocó el repliegue del grupo de unas 50 personas, entre padres de familias, integrantes de organizaciones solidarias y prensa, que sufrieron los efectos del gas.
Los hechos ocurrieron sobre avenida de Bucareli, poco antes de llegar al Reloj Chino, donde se establecieron una línea de vallas metálica de más de dos metros de altura para impedir el paso a los manifestantes.