El pasado 10 de mayo de 2017, Día de las Madres, fue asesinada en Tamaulipas la señora Míriam Rodríguez, madre de una joven raptada por el crimen organizado y quien no sólo se encargó de investigar y dar con el paradero de la fosa en donde el cadáver de su hija fue ocultado, sino también con la identidad de los plagiarios y asesinos.
Míriam, lamentablemente, es sólo la más reciente de una larga lista de familiares directos de víctimas de desaparición, que han sido asesinados en los últimos siete años en México, en represalia por las denuncias e investigaciones que han encabezado, para dar con el paradero de sus seres queridos, y de las personas que se los llevaron.