El sistema de pensiones mexicano es desigual, insostenible y poco transparente, y lo seguirá siendo hasta 2120 cuando se extinga la obligación de pagar con ingreso público las pensiones de las generaciones de transición.
Ante ello es urgente una discusión pública para establecer políticas que enfrenten este problema a largo plazo e intergeneracional que no es a futuro, sino ya está aquí, determinó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).