En la zona metropolitana de Puebla se han guarecido 18 miembros de los cárteles de Sinaloa, Tijuana, Los Beltrán Leyva, Jalisco Nueva Generación, Los Zetas y los Rojos en los últimos 16 años. Inteligencia federal mantiene al estado como un foco rojo porque su capital es ciudad santuario, y la franja del huachicol (zona de robo de combustible) ha alcanzado niveles de violencia dignos de Tamaulipas. En este contexto de inseguridad, ayer, cinco vecinos de Huehuetlán El Grande fueron asesinados a quemarropa por un comando armado de 15 sujetos dirigidos por Pedro Martínez Gómez, “El Cuije”. Los sujetos llegaron a la casa de un comerciante identificado como Merced Torres Ramos y lo intentaron extorsionar. Sin embargo, el comerciante se negó a pagar el dinero que exigían y fue baleado.
En los últimos 16 años, Puebla ha sido la ciudad santuario del narco. Han caído en la entidad 18 cabecillas de las principales organizaciónes delictivas en México: los cárteles de Sinaloa, Tijuana, Los Beltrán Leyva, Jalisco Nueva Generación, Los Zetas y Los Rojos.
De acuerdo a fuentes de Inteligencia federal, la Secretaría de Gobernación mantiene a Puebla como una de las ciudades santuario, pues incluso goza de más conexiones territoriales que la Ciudad de México, Querétaro, Cancún, Cuernavaca o el corredor León-Celaya.
De acuerdo a fuentes de Inteligencia federal, la Secretaría de Gobernación mantiene a Puebla como una de las ciudades santuario, pues incluso goza de más conexiones territoriales que la Ciudad de México, Querétaro, Cancún, Cuernavaca o el corredor León-Celaya.
