De los más de 439 millones de pesos que la Procuraduría General de la República (PGR) le imputa a Javier Duarte de Ochoa por haber desviado recursos públicos durante su gestión y lavado en empresas para adquirir muebles e inmuebles, la dependencia sólo logró acreditarle 38.5 millones de pesos.
Los fiscales llegaron mal preparados al primer round con el ex mandatario de Veracruz, acentuando las sospechas en México y en el extranjero de que todo se trata de un espectáculo.