Los cinco policías que murieron durante el asalto a una camioneta del programa Prospera en Guerrero no contaban con un contrato para laborar en la corporación, trabajan sin seguro de vida, seguridad social y se les adeuda el pago de una quincena, así lo denunciaron sus familiares. Denunciaron que la emboscada fue una negligencia del Alcalde de Ahuacuotzingo, Gerzaín Hernández Casarrubias, y del director de Seguridad municipal, Margarito Güero Aguirre, pues tenían conocimiento de que que por ese rumbo opera una banda de asaltantes y mandaron sólo a cinco policías municipales para resguardar a los trabajadores de Bansefi. “Ellos murieron en plan de trabajo, no en la cantina o calle. No es posible que se deslinden del caso”, acusaron.
Familiares de los cinco policías municipales asesinados el martes, en una emboscada en Ahuacuotzingo, para robar 977 mil pesos de Prospera, acudieron a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) para reclamar los cuerpos y se quejaron porque les negaron el apoyo por parte del Alcalde panista Gerzaín Hernández Casarrubias y el director de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, Margarito Güero Aguirre.
