La competencia electoral en 2018 puede repetir la estrecha diferencia entre el primer y segundo lugar que se presentó en 2006, cuando el panista Felipe Calderón ganó por menos de un punto porcentual la Presidencia de la República.
Por tanto, y para impedir la parálisis parlamentaria y la falta de acuerdos, en México es necesario contar con la figura de “gobiernos de coalición” que se comprometan a trabajar con otros partidos.