Y en un país como México, donde dicha actividad criminal es poco investigada y sancionada, los candidatos a lavadores de dinero negro, sobran.
Hace unos días, un empresario comentaba en una sobremesa que le habían ofrecido lavar dinero de la manera más natural. Los comensales rieron e hicieron bromas, incluso hubo quién dijo que le encantaría que se le ofrecieran y que sin pensarlo, aceptaría.