VERACRUZ, Ver: De baja estatura, moreno y curtido por el sol, Guadalupe Contreras Olea asume el papel de guía en el que se ha considerado el cementerio clandestino más grande de México, un predio en Colinas de Santa Fe, a 15 minutos de este puerto.
Es el 3 de agosto, primer aniversario del descubrimiento del lugar. A don Lupe lo sigue una veintena de mujeres encabezadas por Lucía Díaz Genao, del colectivo de familiares de desaparecidos El Solecito de Veracruz, peritos y agentes de División Científica de la Policía Federal que ha colaborado con la organización, además de los reporteros de Proceso.