En México, diez entidades federativas enfrentan riesgos por actividad sísmica, dada su cercanía relativa con la costa del Pacífico, de donde proviene la mayor actividad telúrica de la geografía nacional.
Sin embargo, sólo existe cobertura total de la señal de alertamiento sísmico en la Ciudad de México, mientras que en otros cuatro estados (Oaxaca, Guerrero, Puebla y Michoacán) la cobertura es parcial, puesto que sólo beneficia a los habitantes de sus capitales, y con las restantes cinco cinco entidades (Veracruz, Chiapas, Tabasco, Estado de México y Morelos) el servicio de plano no existe.