El sistema de procuración de justicia en México se encuentra en una “grave crisis”. Los fiscales no investigan y carecen de autonomía, la profesionalización es inexistente y las condiciones laborales pésimas, las víctimas son ignoradas, las violaciones a derechos humanos son frecuentes; priva el caos organizacional, el desorden en las leyes, la burocracia, la demagogia y la corrupción.
Ese es el diagnóstico que arroja la “Consulta Nacional sobre el Modelo de Procuración de Justicia 2017”, promovida por la propia PGR y el Congreso, realizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).