En apenas 48 horas, el crimen sembró el terror en Guerrero y Guanajuato, dos de los estados más violentos del país, y también se sintió en Oaxaca. En conjunto, en estas tres entidades fueron ejecutadas 23 personas.
En Guerrero, dos jóvenes y un hombre murieron en un ataque armado cuando veían un partido de futbol amistoso en las canchas de la colonia CNOP sección C, ubicada al oriente de Chilpancingo.