Simón González Reyes es un campesino de 67 años que habita la comunidad de origen náhuatl Santa María Tepexoyucan, adentrada en la boscosa y turística zona de La Marquesa en Ocoyoacac, Estado de México, pulmón de la Ciudad de México, Lerma, San Mateo y Toluca.
Sin embargo, por la construcción del Tren Interurbano México-Toluca ha perdido la tierra donde sembraba maíz para mantener a su familia de diez personas.