La metralla publicitaria del gobierno ha sido incesante. En tiempos electorales, ante su impopularidad, el presidente Enrique Peña Nieto y su partido recurren al autoelogio, al panegírico de sus supuestos logros.
Radio, televisión, redes sociales y los espacios para anuncios espectaculares se ven inundados estos días por spots, videos, mensajes que dibujan a México como una gran potencia, un país de grandes ligas.